El Ayuntamiento ha instalado 25 trampas para controlar la población de procesionaria en las zonas arboladas de la capital. Conscientes de que la presencia de este insecto causa una importante "alarma social" en la población, el Consistorio ha puesto en marcha un plan que consiste en la instalación de trampas que contienen "feromonas de hembras" para que los machos entren en ellas, aprovechando que estos animales se encuentran en estas semanas en época de apareamiento.

Las trampas, distribuidas por Valorio, La Aldehuela y la zona de los Pelambres, servirán de entrada para conocer si la población de procesionaria se encuentra en niveles de plaga. Los resultados se conocerán en la primera quincena de septiembre y, de existir plaga, se actuará para reducir la población en el mes de octubre, sin esperar a la llegada de la primavera, como es habitual. Si resultara que la presencia de animales no resulta alarmante las trampas habrán servido, en todo caso, para capturar machos y reducir la capacidad de reproducción de estos insectos, apuntó el concejal de Medio Ambiente, Romualdo Fernández, al finalizar la Junta de Gobierno de ayer.

En cualquier caso, Romualdo aseguró que la intención del Ayuntamiento no es, "en ningún caso", eliminar la procesionaria de los bosques y zonas arboladas de la capital. "Es un animal que cumple su función dentro del ecosistema y es importante para varias aves, que se alimentan de estos insectos", apuntó el concejal. Las trampas ya están instaladas y el dispositivo de control ya se ha puesto en marcha.