Un hombre que vive en condiciones insalubres en una vivienda que carece de agua corriente y de luz en el barrio de Pinilla de Zamora ha tenido que ser hospitalizado en dos ocasiones en las últimas 24 horas debido al estado que se encontraba en su casa. La situación en la que vive el hombre ha hecho que este domingo por la tarde se desplazara a su casa una ambulancia y personal de Sacyl que determinó su hospitalización, y ayer lunes, horas después de recibir el alta, de nuevo tuvo que ingresar en el hospital.

Las condiciones en las que vive este zamorano de 55 años han sido denunciadas por los vecinos de la calle San Gregorio en la que reside, que han resaltado a Efe los problemas sociales, de alcoholismo y de movilidad del hombre y han mostrado su temor a que pueda fallecer en su domicilio solo por falta de ayuda. El asunto ha sido comunicado a los servicios sociales de Zamora, pero debido a que el hombre no ha sido declarado incapacitado no se puede decretar su ingreso en una residencia en la que pueda recibir ayuda.

El hombre fue encontrado este domingo a las 19.26 horas por una persona que pasó por su vivienda para comprobar su estado y observó que llevaba días caído en el suelo sin poder levantarse, entre orines y defecado. Por ello, dio aviso a los servicios sanitarios de Emergencias, que decidieron trasladarlo en ambulancia al hospital Virgen de la Concha de Zamora.

Tras recibir el alta, el lunes por tarde a las 15.20 horas agentes de la Policía Nacional que se habían desplazado a su casa solicitaron de nuevo asistencia sanitaria al 1-1-2 por el estado en el que se encontraba el hombre, que de nuevo se había caído y estaba en condiciones insalubres. Nuevamente, la ambulancia lo trasladó al hospital Virgen de la Concha de Zamora pese a las reticencias del hombre a atender los requerimientos del personal sanitario.

Ahora los vecinos siguen pendientes de la situación de este hombre, cuando salga de nuevo del hospital, ya que la solución al problema en el que se encuentra es difícil si no quiere colaborar. La familia también le ayuda, pero él insiste en seguir viviendo en su casa, pese a las condiciones penosas en las que se encuentra.