El pasado mes de diciembre el Ayuntamiento de Zamora renovó con la protectora Scooby la gestión de la perrera municipal y triplicó su dotación de 18.000 a 52.000 euros con el objetivo de evitar tener que sacrificar a un animal. Mar Sánchez es voluntaria de la protectora de animales. "Todo lo que económicamente nos proporciona la dotación del ayuntamiento siempre ayuda, pero nunca es suficiente porque tenemos muchos gastos". Al año, esta protectora recoge una media de 100 perros, que son abandonados en la calle, y consigue dar en adopción a la mitad. En la actualidad, el refugio acoge a casi 50 perros, de los cuales alrededor una veintena necesitan atención veterinaria, medicamentos o vacunas. Estos cuidados específicos son los que ocasionan más gastos a la protectora Scooby.

El verano ha dejado de ser la estación en la que se abandonan más perros. "Por desgracia, viene mucha gente en cualquier época del año, porque no pueden mantener a los perros por su situación económica. Hay que tener en cuenta que un perro genera unos gastos", asegura. Aunque la voluntaria reconoce que, "puede que en verano la gente se plantee si puede seguir haciéndose cargo del animal, porque es cuando se van de vacaciones y no suelen irse con el perro". La protectora no puede acoger a perros que tienen dueño, pero hay casos excepcionales. "Un animal que caiga enfermo y por tanto necesite más cuidados, genera más gastos y el dueño ya no puede encargarse de él.Que el dueño enferme o fallezca y no haya nadie de su entorno dispuesto a cuidar del perro", expone Sánchez.

Acerca de si la gente está concienciada sobre la adopción de los perros, "no hay suficientes, creo que todavía queda mucho por hacer, sobre todo con el tema de los cachorros, porque los dueños no suelen quedarse con todos, se quedan con uno o un par de toda la camada. Así que, nos llegan muchos cachorros, que cuando crecen suelen ser perros de gran tamaño", apunta. Sobre el tipo de perro que solicitan las personas que acuden al refugio, "suelen buscar perros de tamaño pequeño o alguno mediano porque creen que son mejores para los pisos y la vida en la ciudad, pero aquí casi todos los que tenemos son o serán grandes", señala.

Todos los días del año, los 365 sin excepción, los voluntarios de Scooby van a la perrera. "Lo compatibilizamos con nuestro trabajo y nos encargamos de proporcionarles todos los cuidados y atenciones que necesitan,limpieza, alimentación y todo tipo de atención sanitaria si la requieren para evitar cualquier tipo de riesgo", comenta. Aunque las cifras de abandono animal siguen existiendo, Mar Sánchez se muestra esperanzada,"creo que ya empieza a haber más concienciación para adoptar en vez de comprar. Es preferible que vengan aquí, nos cuenten su situación para intentar solucionarla y no que los abandonen en la calle". Para adoptar a un perro de la protectora animal Scooby, se sigue un proceso. Atienden a particulares para informales y explicarles detalladamente el estado del animal, aunque previamente conviene llamar al número del refugio, 678198376, para concertar una cita. Para los voluntarios es esencial conocerla situación del dueño o la familia que va a adoptar al perro. "Hay que ser consciente de que un animal no es un juguete, es un ser vivo que necesita unos cuidados específicos", concluye.