Los banderines se colocaron el viernes, pero será a partir del domingo cuando comiencen las fiestas del icónico barrio de San Frontis, unos festejos que durarán toda una semana y que están repletos de todo tipo de actividades para niños y mayores.

-¿Cuáles son los puntos más importantes del programa de fiestas?

-Gran parte de las iniciativas están orientadas a los niños. Habrá juegos de campamento, batalla de agua en las escuelas y una chocolatada para después. También hay organizado un taller especial de graffitis impartido por Fernándo López, hemos pedido permiso al Ayuntamiento para decorar un muro con algo conmemorativo del barrio. Actividades de agua, guerras de esponjas, resvalinas, piscina y limbo para los más pequeños. Hinchables, un concurso de disfraces, la noche de sevillanas... ¡hay de todo!

-Son unas fiestas muy completas, ¿cómo las financian? ¿son muy caras?

-Todos los barrios reciben unas peuqueñas subvenciones destinadas a esto. Las itentamos complementar con las cuotas de los inscritos en la asociación, que aunque no es mucho porque varían de los tres a los seis euros por año, entre todos juntamos una parte. Durante las fiestas montamos un bar del que también sacamos algo. Además, los pequeños comercios y negocios del barrio colaboran con donaciones. Los vecinos se esfuerzan e intentan aportar, por ejemplo, la noche de sevillanas es una colaboración altruista. La exposición de máquinas de coser también ha sido gracias a un vecino, hay cosas muy bonitas que a la gente le gusta mucho y salen gratis. Otras, como la parrillada, tienen un precio simbólico de dos euros, así intentamos recuperar algo. ?

-Este año no hay pregón, ¿qué ha ocurrido?

-Habrá limonada y una actuación musical en su lugar. Otros años los pregones eran festivos, homensajes a personas del barrio: deportistas, poetas, políticos... vecinos que querían San Frontis. Desgraciadamente ocurrió que se convirtió en una herramienta política, en un acto reivindicativo. En mi opinión los festejos de un barrio no son el momento para ese tipo de discursos.

-¿Cómo está San Frontis? ¿Ha sido un buen año?

-El barrio por desgracia no crece. Desde las asociaciones tenemos el derecho y la obligación de presentar quejas. Las reivindicaciones que hacemos a veces son bien atentidas, otras hay que pelearlas más. Ahora nos enfrentamos a un problema que necesita una solución inmediata, y es que se han creado escombreras en el camino de San Jerónimo. Por algún motivo hay gente que tira allí los escombros, además de la basaura. También hay un descampado en el que en su día iban a construirse viviendas. Debido a la crisis, aquello se paralizó, y ahora a la gente tira de todo en el solar. Desde la Concejalía se han puesto en marcha, parece. Hay que darles un voto de confianza.

-El río cobra mucha importancia en verano gracias a las barcas y la playa de los Pelambres, ¿se nota más ambiente allí?

-Sí, pero también más suciedad. No solo por parte de algunas personas, sino también por las ocas. Estos animales dan muchos problemas, abren las bolsas de basura y la esparcen, se comen la hierba de raiz y además molestan y siguen a los bañistas. No digo que las quiten, pero no deberían estar en una zona de baño. Los ciudadanos merecen poder bañarse con mínimo de seguridad y limpieza. Están acostumbradas a que la gente les eche pan, eso es muy perjudicial. Debemos de concienciar a la ciudadanía sobre cómo cuidar los espacios públicos.

-Entonces, ¿qué mejoras propone usted para la zona?

-En mi opinión personal hay mucho que mejorar aún en la playa de los Pelambres. Por ejmplo, las condiciones a veces no son las mejores, falta arena y limpieza. La iniciativa de las barcas está muy bien, le da vida al rio, pero no le esta sirviendo al ciudadano. Tenemos que mejorar y trabajar en una mejor zona de baño ampliándola hasta los 20 o 30 metros de lonjitud. Zamora es una ciudad que no tiene muchas opciones de baño más allá de las piscinas, y si quieres un entorno natural coger el coche es casi una obligación. Por eso es tan importante que acondicionemos adecuadamente los Pelambres, es parte de nuestra ciudad y deberíamos poder disfrutarlo. Hay más problemas en el río, por ejemplo, los azudes necesitan una reparación. Hay muchas cosas aún por hacer. Nosotros como barrio intentamos solucionarlo año tras año.