Varios representantes de la Asociación para la Promoción y Estudio de la Capa Parda Alistana ataviados con la prenda suscitaron comentarios sobre el calor que debían soportar entre los foráneos que también alabaron los bordados de los trajes tradicionales que portaban varios colectivos. Al tiempo que la representación de grupos etnográficos ocupaba el centro de la calle, por los laterales avanzaban devotos, muchos de ellos emocionados, llevando en sus manos velas encendidas.

Delante del Tránsito caminaban ocho sacerdotes que llevaban capas azules que daban paso a los mozos del concejo, con su indumentaria negra, que se encargaron de llevar el carro triunfal sobre el que avanza la Virgen del Tránsito, escoltada por el vicario general y autoridades políticas y militares de la ciudad así como una banda dirigida por Víctor Argüello y decenas y decenas de fieles, muchos de ellos con velas que acompañaron a la Señora por el centro de la ciudad, un itinerario que contó con balcones adornados e incluso algún escaparate del casco antiguo dedicado a la Virgen Dormida.

Las campanas del convento indicaban el regreso de la imagen, una Virgen a la que le rezaron la Salve y cantaron la canción de "Virgen de Tránsito" de Rogelio Cabado de antes de que accediera al templo conventual. El fervor de un pueblo desde hace 400 años.