Catorce años después de convertirse en el gerente del Partido Popular de Zamora, Jesús María Prada regresa a un cargo público. Lo hace como uno de los hombres fuertes del PP en la Diputación, en un mandato en el que el presidente pertenece a Ciudadanos. El propio Francisco José Requejo elogiaba estos días "su capacidad de trabajo y criterio", un síntoma de entendimiento político en una época en la que los representantes están condenados a alcanzar acuerdos. Especialmente, en una provincia que languidece.

-Zamora, 15 de agosto. Una fecha en la que muchos pueblos se llenan antes de la llegada de septiembre y de la realidad de la despoblación. ¿Qué se puede hacer desde la Diputación?

-Está claro que tenemos un problema evidente de despoblación. No quiero hablar de España Vaciada, que es un concepto que personalmente no me gusta y me parece despreciar a la gente que lucha cada día por sus pueblos y por mantenerse allí. Esto es algo que viene de los 60 y los 70, cuando gente como mis padres se marchó de Sanabria y otras zonas para buscar una vida fuera. Y la tendencia ha seguido desde entonces. Yo creo que la propia existencia de la Diputación ha frenado parte de la despoblación, al ofrecer servicios y ayudando a los pueblos a prestarlos. En todo caso, la solución tiene que venir con todas las administraciones unidas para ver qué medidas se tienen que llevar a cabo. Nos pasamos la vida hablando de la despoblación, y hay que coger el toro por los cuernos para dar soluciones. De conferencias, de estudios y de cosas así está el mundo lleno.

-¿Por qué no se ha hecho todavía?

-Yo creo que los gobiernos centrales de los distintos partidos políticos no han sido conscientes del problema que se da en muchas partes de España, incluso en Europa. No es algo que solo pase aquí, aunque los zamoranos estamos muy sensibilizados con el tema. Afecta a gran parte de Castilla y León, Castilla-La Mancha, zonas interiores de Andalucía, Galicia... Está muy extendido. Es el momento de que alguien lidere una política común. No valen parches. Los planes tienen que ser globales y estar liderados por el Gobierno de la nación.

¿Será viable mantener todos los municipios si continúa esta tendencia demográfica?

Es un problema de evolución de la propia provincia de Zamora. ¿Por qué tenemos 510 núcleos? Pues así nos lo hemos encontrado. Habría que estudiar las razones sociológicas o geográficas. Yo siempre he dicho que pertenezco a un pequeño pueblo de Sanabria, San Miguel de Lomba, que comparte ayuntamiento con otros trece núcleos. Nunca hemos tenido problema de prestación de servicios, y habrá que replantearse que un ayuntamiento de 35 vecinos, con personalidad jurídica propia, a lo mejor no tiene mucho sentido.

-Usted gestiona áreas como Cultura y Turismo. ¿Qué peticiones le están realizando los pueblos en estas fechas en las que reciben un aluvión de personas que residen fuera de la localidad?

-No es un fenómeno nuevo. Todos los pueblos reciben una avalancha de gente en verano y todos los ayuntamientos están preparados. Seguramente, no es mi área la que más tiene que ver, sino Medio Ambiente, con situaciones como el abastecimiento de agua. A mí me piden ayuda para las fiestas o para las semanas culturales, e intentamos echar una mano en la medida de lo posible. De todos modos, yo también le digo a muchos alcaldes que agosto tiene mucha vida de por sí y que luego el invierno es distinto. Por eso, a algunos les digo que no, que ya lo haremos en octubre o en marzo.

-Algunos de esos pueblos, especialmente en ciertas zonas de la provincia, no solo reciben a los emigrados y a sus familiares, sino también a turistas. Los datos mejoran. ¿Qué plantean para seguir creciendo en este aspecto?

-Tenemos buenos datos de turismo rural para este puente, especialmente en Sanabria, que suele rozar el 100% en estas fechas. Ahí tenemos el atractivo del Lago, que es importante. Pero lo que queremos desde la Diputación y desde el Patronato de Turismo es crear una tela de araña por toda la provincia. Ya tenemos los grandes atractivos, pero hay que extender esto a todos los pueblos y comarcas. Vamos a potenciar la apertura de oficinas de turismo y, de cara al 2020, pretendemos hacer un informe serio para la apertura de nuevos monumentos en otras zonas de la provincia. Tenemos auténticas joyas arquitectónicas y culturales y hay que mostrarlas. Es una apuesta para atrapar al turista, para que quiera visitar varios sitios y tenga que pernoctar. Otro objetivo es desestacionalizar el turismo.

-¿Hay un acuerdo con el presidente, Francisco José Requejo, para poner en marcha este plan?

-Yo no lo definiría como acuerdo. Hay trabajo conjunto. Yo no hablo con el presidente para llegar a un acuerdo, sino que hablamos y mis planes son sus planes y viceversa. Hay un gobierno conjunto y la relación con el presidente es magnífica. Creo que todos estamos trabajando muy a gusto.

-Volviendo al aspecto cultural, ¿hay medios para conseguir que todos los pueblos tengan esa porción de actividades a lo largo del invierno?

-Yo creo que se puede llegar, y hay que hacer ese esfuerzo desde la Diputación, los ayuntamientos y las asociaciones culturales. Estas últimas movilizan a mucha gente en verano, pero tienen que echar una mano en invierno y la Diputación tiene que apoyarlas económicamente. Hace unos días, estuve en Rionegro del Puente y les dije que íbamos a recuperar la subvención que tradicionalmente se les daba. Es un instrumento que vamos a utilizar para dinamizar la vida de los pueblos.

-Uno de los eventos que ha crecido a lo largo de estos años es el de las mascaradas. ¿Qué más se puede hacer para que el turismo aumente a través de estas tradiciones?

-El concepto de mascarada está asentado, pero ahora son eventos muy concretos, con su actuación un día, y hay que potenciar otras cosas. El ejemplo es el museo del Zangarrón de Sanzoles. Los visitantes pueden acceder a esa mascarada todo el año. Por ahí tenemos que seguir, para que sea siempre un atractivo turístico. Los museos comarcales son una opción.

-¿Puede ayudar la Diputación a que las mascaradas accedan a cierto tipo de catalogaciones como fiesta de interés turístico?

-Vamos a plantear que los pueblos que no la tengan creen una asociación para diversificar las ayudas, que tienen que ser también para la promoción y no solo para los trajes y las vestimentas. Evidentemente, la Diputación siempre estará detrás de cualquier proyecto que potencie y dé a conocer esa joya de la etnografía que son las mascaradas.