Valentín Ferrero fue la avanzadilla. Junto a su equipo "Los Lobos", este zamorano perpetró una azaña que le supuso embolsarse el mayor premio dado en televisión: más de seis millones de euros. Tiempo después, su testigo lo recoge una nueva hornada de zamoranos que no dejan a nadie indiferente.

El también zamorano Enrique Prieto dejó el listón bien alto la pasada semana. Junto a sus compañeros Julia, María José y Gerardo, ha aguantado cinco jornadas consecutivas. Juntos forman "Las Arqueras de Babia", nombre que hace referencia a un proyecto al que buscan dar visibilidad: los beneficios del tiro con arco como parte de la rehabilitación de las mujeres masectomizadas.

Cada uno es especialista en algo. Enrique dice encontrar su fuerte en la cultura popular y los deportes. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, el zamorano reconoce que de la experiencia se lleva "solo cosas positivas", a lo que añade que lo único malo fue "no haber resistido algún programa más. El trato era muy humano, sobretodo durante la primera grabación, te ayudaban a hacerte sentir cómodo. Lo disfrutamos muchísimo", y es que como relata, "¡Boom!" es un formato que requiere un gran esfuerzo físico y mental. "Las grabaciones eran agotadoras, no sabemos como "Los Lobos" aguantaron más dos años a ese ritmo". Lo que más recuerda, las preguntas que no acertó: una sobre cine que falló por ir demasiado rápido. "¡Desde el equipo técnico te avisan que las prisas no son buenas!", y otra con la que los eliminaron al no saber escoger bien la ciudad con ocho millones de habitantes de entre las diferentes opciones.

También ha habido sorpresas, y es que Enrique se enfrentó contra alguien muy especial. "Vino un grupo de profesores de Zamora y me acercé a saludarlos. Me llevé una sorpresa cuando reconocí entre ellos al que había sido mi profesor de latín del instituto, Javier", afortunadamente para Enrique y sus compañeros, el grupo de docentes zamoranos no logró derrotarlos. Aún tendrían que esperar unos días más para volver a casa.

Y entonces llegó Julio. Solo necesitó un programa para captar todas las miradas y vencer a su paisano, Enrique. El integrante de los "Escribas" realizó una de las actuaciones más impresionantes de la historia del programa, como dicen desde la propia organización. Su papel, añaden, recordó a Valentín, aquel primer concursante de la ciudad del que aún se habla por su facilidad para dar respuesta a las preguntas más intrincadas.

El trato entre los concursantes es lo que Enrique destaca. "Los equipos teníamos una relación fenomal. No había rivalidad, sino lo contrario. Comíamos juntos y charlábamos mucho, no parecía una competición", y confiesa haber hecho buenas migas con sus contrincantes. No sabemos por cuánto tiempo, pero de momento, Zamora se niega a abandonar la tierra conquistada.