Uno de cada cuatro zamoranos vive en un pueblo que carece de oficina bancaria. La mayor parte de estos núcleos tampoco cuenta con cajeros automáticos, por lo que sus habitantes se ven obligados a aprovechar las visitas puntuales, los servicios eventuales o recursos como los llamados ofibuses para tener acceso a las acciones cotidianas, como retirar efectivo. Estos son los datos que se desprenden del informe elaborado por Concha Jiménez y Helena Tejero, responsables de área en el Banco de España, sobre el cierre de oficinas en el territorio nacional, un documento que deja conclusiones negativas para la provincia.

De hecho, ningún otro territorio de España tiene un porcentaje mayor de habitantes que residan en pueblos sin oficina bancaria. El total nacional es del 2,7%. En Zamora alcanza el 25%, en lo que constituye la cúspide del mal dato general de Castilla y León, una comunidad que sufre especialmente el drama de la despoblación y que ve cómo muchas de sus comarcas suelen encabezar los rankings negativos en lo que se refiere a la pérdida de servicios.

En total, tan solo 62 de los 248 municipios de Zamora cuentan con oficina bancaria. Esto obliga a los habitantes de los otros 186 a buscar fórmulas alternativas a las que usan quienes tienen a mano la sucursal de su banco. En algunas zonas, especialmente en la comarca de Sanabria, según revela el informe de las responsables del Banco de España, lo más sencillo es acudir al pueblo más cercano para conseguir dinero en efectivo.

Además, el documento remitido por el Banco de España señala que los cierres registrados entre el 2008 y el 2017 supusieron una bajada importante del número de oficinas. En Zamora, el descenso alcanzó el 29%: "Esto puede estar justificado por la búsqueda de rentabilidad y afecta especialmente a aquellos servicios que no pueden ser cubiertos con la banca electrónica", según el informe. En el caso de los pueblos con una conexión a Internet precaria, la situación complica cualquier trámite.

Del mismo modo, la palabra despoblación aparece citada varias veces en el informe. Una de ellas, para subrayar que algunos de estos pueblos sin acceso cómodo al efectivo "tienen pocas posibilidades para su uso ya que carecen de bares o tiendas y se cerraron hace tiempo centros médicos y escuelas". Estos municipios sufren también la llamada exclusión financiera, un problema añadido que dificulta el impulso que se reclama desde diferentes sectores para la provincia.