En el mundo digital no es nada fácil abrirse un camino, pero con perseverancia y constancia la zamorana Elena Prieto lo ha conseguido. Esta licenciada en Periodismo que ejerció durante 13 años en distintos medios de Castilla y León lo ha conseguido. "Fui enlazando trabajos y desencantándome. No acaba de gustarme lo que hacía y quería hacer algo diferente", rememora. Se planteó a qué deseaba dedicarse y "de manera muy natural surgió la idea de enseñar español", que había sido hasta el momento su herramienta laboral. Todavía trabajando como comunicadora efectuó un curso de postgrado on line de enseñanza de español para extranjeros y un cambio en su situación laboral le dio alas para intentar "montar algo" por sí misma y lo tuvo claro: "Enseñanza de español online".

Antes de arrancar con su proyecto, esta zamorana estuvo trabajando en una fundación en Valladolid donde daba cursos presenciales de español para extranjeros. "Fue mi debut y lo disfruté muchísimo, de tal forma que me decidí", atestigua. En la cimentación de su planteamiento recibió el apoyo, asesoramiento y consejos de su amigo, el zamorano Óscar Martín, experto en márketing digital, quien le instó a poner en marcha una página web y un canal de Youtube. "Cuando me lo dijo pensé que estaba loco, pero me indicó que era la manera de posicionarme y darme a conocer", asevera. La emprendedora reconoce que "no lo venía nada claro, pues yo hasta entonces no había hecho ningún video, pero... me convenció". En cinco años Elena Prieto en su canal de Youtube ha sumado casi 158.000 seguidores.

Los inicios no fueron fáciles, puesto que tardó seis meses en tener los primeros 100 suscriptores, una fase donde mucha gente abandona. "Creo que mi clave fue persistir y persistir", señala. No pensó en tirar la toalla, ya que "en paralelo iba haciendo cosas para mi web y el canal, entonces, era una acción más de marketing al tiempo que me formaba en muchas cosas". El progreso "ha sido a saltitos" para, de manera progresiva, incrementarse hasta lograr una media de 5.000 suscriptores nuevos al mes. "La cifra crece cuando haces cosas que le gustan a la gente", una premisa complicada de cumplir, pues "lo que a ti te gusta no le tiene por qué gustar a los demás", esgrime esta mujer que tiene el objetivo de tres vídeos nuevos cada mensualidad.

Elena Prieto ha orientado sus contenidos a cuestiones de gramática y vocabulario, aunque también la vida en España protagoniza algunas de sus aportaciones al canal. "Son pequeñas píldoras, muy visuales y dinámicas con audios y textos insertados", describe.

El perfil de la persona que accede a los materiales que cuelga corresponde a 50% de hombres y 50% mujeres y por países, de "todo el mundo, aunque parezcan curioso", comenta. En un desglose destaca un 18% de España, un 10% de Brasil, 6% de Italia, el 5% de Estados Unidos para el restante, alrededor de menos de un 1% de numerosas de procedencias entre las que llama la atención las entradas "desde nacionales hispanohablantes", lo que puede resultar chocante junto la cifra nacional. "Principalmente son chavales que cursan secundaria que repasan cuestiones de gramática y personas que quieren mejorar su idioma o incluso profesores, lo que al principio se te hace raro porque no pensaba que un vídeo pudiera ser utilizado por un colega en sus clases. Esa es la magia de Internet porque el receptor lo puede usar como lo desee" comparte.

Para Elena Prieto este trabajo es "un aprendizaje inmerso" en muchos ámbitos. "Me ha permitido acceder a nuevas áreas de la vida, conocer a muchas personas, lo que me han hecho crecer mucho como persona". A mayores, valora mucho "el tener el control total de mi vida. Es una experiencia indescriptible, aunque en algunas ocasiones me gustaría que alguien me dijera qué hacer la próxima semana", dice riéndose.

La emprendedora menciona que "el canal hace tiempo ya trascendió el tema económico porque hay una satisfacción personal en ver cómo ayudo a la gente. Que te escriba una persona de algún país de África, con pocos recursos y dificultades y que gracias a mis aportaciones pueda aprender español porque no se puede pagar una escuela... eso no se paga con nada", describe. Toda parte positiva tiene su contrario y este trabajo no iba a ser menos. Su labor la realiza en un despacho en su domicilio. "Es muy solitario, lo que la ha animado a asistir a jornadas de formación y congresos presenciales", atestigua.

La empresaria ha radicado su empresa en Zamora "de manera consciente porque quiero colaborar con nuestra ciudad tan carente de recursos porque creo que es una manera de colaborar" defiende al tiempo que remarca que en cinco o diez años le encantaría montar una academia de español para extranjero en Zamora, "un proyecto que me hace mucha ilusión y que estaría orientado a impartir clases, al menos, en el verano".