La precarización de los contratos en la provincia de Zamora y los bajos salarios que perciben los trabajadores están teniendo una repercusión directa en el consumo, que ha caído en picado durante los seis primeros meses del año. La recaudación por IVA ha descendido en un 27% en el primer semestre del año en comparación con el curso anterior, lo que no hace sino confirmar la anunciada desaceleración por parte de los principales institutos de predicción. Una marcha menos que repercute directamente en las empresas, cuya recaudación se ha desplomado hasta situarse en la mitad de lo tributado el pasado año a estas alturas.

Los datos ofrecidos por la Agencia Tributaria dejan un panorama preocupante en la provincia de Zamora. Y es que el consumo no deja de descender, lo que denota una alta precarización de los contratos por la temporalidad y las bajas remuneraciones. Entre enero y junio, se tributaron en el territorio zamorano 17,9 millones de euros a través del Impuesto sobre el Valor Añadido, una cifra considerablemente inferior a la del pasado año en las mismas fechas. En cuanto al impuesto de sociedades, que grava la recaudación de las empresas, se aportaron a la caja apenas 2,9 millones de euros. Tomando como referencia los 5,8 millones de 2018, el desplome es más que evidente.

Otro dato negativo recogido en los datos de recaudación por delegaciones que proporciona el Ministerio de Hacienda se encuentra en los Impuestos Especiales, que también gravan el consumo de forma indirecta, y que se desplomaron un22% en Zamora respecto al periodo de enero a junio de 2018, hasta llegar apenas a 1,1 millones de ingresos por estos conceptos. Consecuencias, según los expertos de una anunciada desaceleración para este 2019.