El pasado mes de junio la Junta incluyó al Duero, a su paso por la cuidad de Zamora, como zona apta para el baño durante el verano. No obstante, los zamoranos llevan muchos años acudiendo a la playa de Los Pelambres a bañarse para poder soportar las altas temperaturas estivales.

Pero el hecho de que ahora sea una zona oficial para el baño no ha supuesto ninguna novedad para las personas que son asiduas a esta playa zamorana. Los bañistas aseguran que la ausencia de mejoras les preocupa, porque se está convirtiendo en la tónica habitual verano tras verano. El mal estado del césped es una de las principales reivindicaciones porque "ha habido años que lo regaban en exceso, pero por lo menos refrescaba el ambiente", asegura Remedios Vaquero. A la escasez de verde en condiciones óptimas hay que sumar la presencia de tierra, "prácticamente como si fuera barro", en la orilla en vez de arena, algo que perjudica a los beneficiarios cuando se disponen a salir del agua.

Otro problema es la falta vigilancia, sobre todo los fines de semana. "Hay muchos niños bañándose a la vez y, aunque los padres están pendientes, también lo estamos el resto para que no ocurra nada malo", argumenta Ana Matilla. Además, la mayoría de las personas que se bañan desconocen la profundidad que hay a medida que se adentran en el agua y tampoco saben hasta dónde sería recomendable parar de nadar, y así, evitar riesgos. Esta cuestión podría resolverse "colocando unas boyas que lo indiquen", appunta María Jesús Márquez.

Además, los usuarios que tienen perro y quieren bañarse lo pueden tener complicado. Es el caso de Íñigo Etxeberría, pero consciente de que su mascota puede incomodar a otras personas, procura situarse en una zona apartada del resto para prevenir ocasionar molestia alguna. "Se podría arreglar dedicando una pequeña zona para los que tienen perro y quieren bañarse", propone. Otros bañistas comentan que "ahora mismo no hay una zona para que se puedan bañar los perros, hay un cartel a la entrada que así lo indica", pero dejan la puerta abierta a una modificación futura que satisfaga a todos.

Desde la playa de Los Pelambres se pueden contemplar la Catedral y Las Aceñas, pero a Remdios Vaquero le gustaría que "bajaran un poco la altura de las espadañas que invaden la orilla, no quitarlas porque pueden servir de refugio a algunos animales, pero si no estuvieran tan descuidadas tendríamos mejores vistas".

La posible descoordinación institucional y la falta de actuaciones por parte de las administraciones inquietan a los usuarios. Aunque la situación no mejore, las personas que frecuentan la playa van a intentar seguir disfrutando de esta zona de la ribera del Duero "Llevo viniendo aquí desde hace más de 50 años, y me gusta más que ir a las piscinas", confiesa María Jesús Márquez.

Con todo, mantienen la esperanza de que para el próximo verano se haya producido algunamejora, ya que la acaban de dcclarar oficialmente como zona apta para el baño.