La primera intención, la que genera una pincelada firme, resolutiva y sin rectificaciones que caracteriza la producción del zamorano Enrique Seco San Esteban podrá descubrirse a partir de mañana por primera vez en Salamanca en la sala de La Salina.

El artista debuta en Salamanca con una amplia exposición que reúne unas 90 piezas, realizadas en óleo sobre tabla y óleo sobre cartón efectuadas de los últimos tres lustros y distribuidas en varias vitrinas situadas en el patio de la sala, donde se presentan los formatos más pequeños, mientras que el interior de la dependencia, de la que es titular la Diputación de Salamanca, han situado medio centenar de cuadros.

Fiel a sí mismo el Premio de las Artes de Castilla y León 2010 plasma el mundo rural pretérito en el que él vivió y que sigue viviendo en su recuerdo. Así entre los temas que crea, desde su gran admiración a los clásicos, figuran la sementera, los segadores o la trilla, entre otras labores agrícolas estivales, sin olvidar sus homenajes a campesinas, a las mujeres a las que inmortaliza en plena faena o sus magistrales gallos y gallinas, verdaderas explosiones de colorido. En su paleta "no intenta ser creativo hoy, sino testimonial en un tiempo sin límite" escribe en el catálogo de la exposición Aníbal Lozano Jiménez.

En "La primera intención" también tienen su peso específico los bodegones, desde la sencillez de "un par de huevos fritos con patatas en un plato de porcelana" a "una sandía con una navaja" sin pasar por alto sus retratos de los personajes del campo en plena jera. En este capítulo tiene peso específico un retrato que hiciera a su madre o un académico autorretrato que realiza en París donde deja en él "algo matérico a través de magníficas veladuras", define Lozano Jiménez.

El comisario de la exposición Ángel Almeida, asegura que "es una exposición que va a impactar porque Enrique Seco San Estaban nunca hasta el momento había tenido en una muestra individual en Salamanca, una provincia rural como es Zamora" a la par que añade que la obra de este pintor costumbrista es la producción de "un premio de las Artes de Castilla y León que interesa en cualquier provincia de la región, como fue la de Castilviejo o Vela Zanetti ya que plasma unas escenas pretéritas que todavía están muy presentes".

Enrique Seco San Esteban, de formación autodidacta, comenzó a pintar en 1963 y realizó su primera exposición un año después. De 1966 a 1973 se instaló por estudios en París y a lo largo de su vida ha realizado más de 40 exposiciones individuales en diversas ciudades de Castilla y León y de España.