La Guardia Civil de Zamora ha intervenido, a un ciudadano francés, varias armas prohibidas. Se trata de sprays no homologados, armas blancas (machetes, navajas y cuchillos), defensas (rígidas y extensibles) e incluso armas eléctricas que venían "camufladas" bajo la apariencia de un teléfono móvil y de una linterna.

La vigilancia del cumplimiento de la legislación en materia de armas y explosivos, constituye una actividad esencial para que la Guardia Civil pueda garantizar unos niveles óptimos de seguridad ciudadana, y contribuye además de forma muy importante a la lucha contra otros tipos de delincuencia organizada. Los agentes están atentos a cualquier señal que pueda suponer una tenencia ilícita de armas, momento en el cual actúan para que no haya mayores consecuencias.

Las incautaciones se llevaron a cabo en la vía pública y el ciudadano que poseía las armas se enfrenta ahora a una multa de hasta 30.000 euros, según la Benemérita.

La incautación de armas se llevó a cabo en una de las numerosas inspecciones de este tipo que realizan los agentes de la Guardia Civil, según la información que el propio Instituto ha remitido a los medios de comunicación. Los objetos que estén dentro del denominado reglamento de armas pasan a ser incautados por los agentes. Tras esto, se confeccionan las oportunas denuncias, en caso de que sean necesarias y así lo establezca la legislación al respecto, y se ponen los hechos en conocimiento de la autoridad competente. Las armas quedan en todo momento intervenidas, quedando a disposición de los tribunales en caso de que hubiera que acudir a ellos para esclarecer la situación.

Los objetos que fueron intervenidos en este caso, según apuntan fuentes de la Guardia Civil de Zamora, están en todo caso incluidas dentro del Reglamento de Armas, concretamente en su sección cuarta. Estos objetos son considerados como armas prohibidas. La legislación española vigente al respecto indica que está prohibida su fabricación, su importación desde terceros países, su circulación por la vía pública, la publicidad y la compraventa. Evidentemente, tampoco está permitida ni su tenencia ni su uso.

Este tipo de infracciones, detallan los agentes, están contempladas en el Reglamento de Armas y en la Ley 4/2015 con multas de hasta 30.000 euros, las cantidades a las que se podrá enfrentar la persona a la que le fueron incautados estos objetos, siempre según fuentes oficiales de la Guardia Civil.

La Benemérita pide colaboración ciudadana para atajar casos como este. Para ello recuerdan que recientemente se ha puesto en circulación la aplicación móvil "Alertcops", que permite ponerse en contacto con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en caso de emergencia. La aplicación, insisten desde la Guardia Civil, permite recibir en el móvil, en tiempo real, mensajes de aviso cuando el usuario se encuentre en una zona afectada por las incidencias que se vayan registrando.