El 70% del potencial económico de la provincia de Zamora descansa exclusivamente en el sector servicios. Es un dato alto, demasiado alto para garantizar la robustez del tejido empresarial de la provincia. Los empleos que se crean en el sector servicios, coinciden todos los expertos en la materia, son como norma general trabajos poco cualificados, en muchos casos temporales y en la mayoría de las ocasiones sin grandes remuneraciones. Como contrapeso debe aparecer el trabajo en el sector industrial, más duradero y mejor pagado como norma general. Sin embargo, el peso de la industria en Zamora es muy bajo, coinciden todas las estadísticas.

Por partes, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa publicada por el INE no dejan lugar a dudas. De los 65.600 trabajadores zamoranos dados de alta en la Seguridad Social, 42.100 desempeñan sus funciones en el sector servicios. En otras palabras, dos de cada tres trabajadores está ocupado en empresas de este tipo -no solo son bares o comercios, el sector terciario engloba también bancos, oficinas de todo tipo e incluso a la mayoría de los funcionarios-.

En los últimos diez años, crisis económica de por medio, el sector servicios se ha consolidado como el gran sostén de la economía zamorana, y eso no es del todo bueno. En el año 2009 estas empresas daban trabajo al 57% de los trabajadores de la provincia, siete puntos menos que ahora. ¿De dónde ha salido esta diferencia? Pues, fundamentalmente, de agricultura e industria. Hace diez años ambos sectores daban empleo al treinta por ciento de los ocupados de la provincia. Ahora se quedan en el 25%. Con todo, Zamora es todavía hoy una de las provincias de España donde la agricultura da trabajo a más personal. La media nacional indica que poco más del cuatro por ciento de los trabajadores desarrolla su labor diaria en empresas relacionadas con el campo. En Zamora el porcentaje duplica a la media nacional e incluso supera el nueve por ciento. Lejos queda la provincia, no obstante, de datos como el de Huelva o Almería, donde uno de cada cuatro trabajadores está ocupado en el campo.

Con estas estadísticas no es de extrañar que el 67% del Producto Interior Bruto de la provincia dependa exclusivamente del sector servicios, también según los datos del INE. Es, también, un porcentaje bastante elevado. Con números del año 2016, el último disponible en la base de datos del Instituto Nacional de Estadística, el sector servicios produce un total de 2.110 millones de euros al año, gran parte de los 3.100 millones que "vale" la economía de la provincia.

Sin embargo, en este dato conviene hacer un enorme paréntesis. La administración pública es, de lejos, el área que más riqueza genera en la provincia, un dato preocupante más. Todas las actividades que puedan ser consideradas como competencia de las distintas administraciones suponen para Zamora un valor económico anual de más de 890 millones de euros. Comercio y hostelería tienen una capacidad de generación de riqueza de más de 660 millones y el resto, 555, son las actividades profesionales.

Por lo demás, cabe destacar que la industria aporta a la economía de la provincia, siempre con los datos de 2016, aún con la crisis coleando, algo más de 487 millones de euros anuales. La agricultura supone casi el diez por ciento de la riqueza provincial, una cifra bastante elevada, con un total de 273 millones de euros mientras que la construcción es la actividad "menos valiosa" para la provincia, con un valor económico de algo más de 263 millones anuales.