El resultado no convence a nadie. Ni a los tres partidos que han colocado a sendos zamoranos en el Congreso de los Diputados, ni tampoco a los que no tienen representación, pero se enmarcan bajo el paraguas de Unidas Podemos. La fallida sesión de investidura que ha dado al traste con los planes de Pedro Sánchez de continuar como presidente del Gobierno deja en la provincia un escenario de "incertidumbre". Esa es la palabra en la que todos coinciden. También en que dos meses son muy largos, por lo que en septiembre podría pasar cualquier cosa. Ni cábalas, ni pronósticos; acaso, deseos. Por la izquierda, el deseo de entendimiento. Por la derecha, el de que España encuentre por fin la senda de la estabilidad. ¿Nuevas elecciones? Eso son palabras mayores.

Antidio Fagúndez, como líder de los socialistas zamoranos, la menta la "oportunidad perdida". El secretario provincial del PSOE se muestra crítico con la actitud de Unidas Podemos, a quien reprocha su negativa a participar en un Gobierno comandado por Pedro Sánchez. "Es la segunda vez que este partido dice que no a un Gobierno de progreso para España", sentencia el ex senador. "Y todo ha sido por el personalismo de sus líderes, a quienes se les ha hecho varias ofertas y se les ha dado varias oportunidades que han rechazado", explica. A juicio de Fagúndez, el PSOE ha sido lo suficientemente generoso como para poder llegar a un acuerdo, por lo que descarga todas las culpas en sus socios preferentes.

En la acera de enfrente, en el seno de Unidas Podemos, restan importancia a lo ocurrido y ya miran al futuro con la esperanza de encontrar un entendimiento. Esa es, al menos, la sensación que envuelve a Fernando Martos, principal responsable de la formación en Zamora. "Es la primera vez que se intenta en España formar un Gobierno de estas características y lo que se ha demostrado es que necesitamos tiempo", señala. La coalición siempre ha sido la primera opción de los morados y ese debe ser el camino a seguir para el dirigente local. "Creo que en septiembre habrá un Gobierno de coalición, pero para ello necesitamos hablar con tranquilidad y con tiempo", comenta el que fuera candidato a la Alcaldía de Zamora.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias protagonizaron ayer las escenas más duras de la segunda sesión de investidura. Un episodio del que los zamoranos de PSOE y Unidas Podemos tienen opiniones diferentes. "Que Pedro y Pablo no vayan a ser amigos nunca, no quiere decir que no pueda haber un acuerdo para formar un Gobierno progresista en España", defiende Fernando Martos, en contraposición de la tesis que ronda en la cabeza de Antidio Fagúndez. Y es que, para el líder socialista, pensar en un posible acuerdo de cara a septiembre "sería aventurarse mucho, más aún después del desgaste que se ha producido entre ambos en las últimas semanas".

Por la derecha, las sensaciones no mejoran. El escenario al que se enfrenta el país no es bueno "para nadie". En eso coinciden José María Barrios y Francisco José Requejo, líderes provinciales de Partido Popular y Partido Socialista y ahora también socios en la Diputación de Zamora. "Para las instituciones es una situación muy mala, porque seguimos con los Presupuestos Generales prorrogados que, recuerdo, aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy; Pedro Sánchez todavía no ha sido capaz de sacar unos Presupuestos", indica el presidente popular. Opinión similar a la del dirigente naranja, quien pide "más atención a los intereses del país y menos a los personales".

En lo político, las posturas de Barrios y Requejo tampoco distan. El primero asegura que lo que se vivió ayer en el Congreso de los Diputados no fue una sesión de investidura, sino "una guerra de sillones". Para el segundo, en un símil seriéfilo, se escenificó "un juego de tronos, donde se piensa más en sillas que en el futuro de España". No obstante, el presidente del PP de Zamora es más explícito en su análisis. "Después de esto, nos enfrentamos a un futuro de dos meses con un PSOE debilitado al que no apoyan ni sus socios de la moción de censura, un presidente incapacitado para gobernar y una situación que puede complicarse desde Cataluña, con la sentencia del juicio del 'procés' prevista para estos meses", enumera.

Pero si una palabra repiten todos y cada uno de los partidos -excepto Izquierda Unida, a quien ha sido imposible contactar pese a varios intentos- es "incertidumbre". Todo está en el aire tres meses después de las elecciones. Y así seguirá hasta septiembre.