La indignación ciudadana va en aumento después de comprobar cómo en las últimas semanas han proliferado las pintadas y los grafitis en la zona noble de la capital. Todos ellos parecen estar perpetrados por el mismo grupo de personas y por eso los zamoranos, desde las redes sociales, han solicitado a las autoridades que se pongan manos a la obra para localizar a los responsables y penalizarlos en virtud de lo que disponga la normativa. Y es que son pocos los puntos del Casco Histórico los que se han salvado de la quema. Así, aparece la misma pintada -redondeada con una serie de firmas- en espacios como la rúa de los Francos, la rúa de los Notarios, los jardines de San Isidoro, la plaza de la Catedral o en lugares dispares del barrio de La Horta. Pintadas, todas ellas, que hace tan solo unos días no existía, pero que se están reproduciendo a un ritmo vertiginoso.

Las redes sociales han clamado durante las últimas horas para mostrar la indignación ciudadana contra este tipo de actos vandálicos. Tanto es así, que ya se han producido reacciones políticas a un problema que, desde hace años, afecta de manera grave a la capital en general y al Casco Histórico en particular. El Partido Socialista ha pedido al Ayuntamiento de Zamora que mueva ficha. El concejal y portavoz David Gago ha sido quien ha solicitado al equipo de Gobierno la creación de un grupo de trabajo para abordar las pintadas y las firmas callejeras que afectan al patrimonio público y privado. "Manifestamos nuestra preocupación por el constante aumento de las pintadas y las firmas sin control en toda la ciudad y, muy especialmente, las que afectan a nuestro patrimonio y nuestro Casco Histórico", ha indicado Gago. "Por ello, consideramos que la atención a esta problemática, que afecta al interés público y general de la ciudadanía zamorana, debe ser motivo de una especial atención en el seno de las comisiones informativas permanentes del Consistorio", ha añadido el edil socialista.

La realidad es que la problemática de las pintadas y grafitis va en aumento en la ciudad de Zamora. Los vándalos no respetan nada ni a nadie. De hecho, uno de los últimos episodios ha sido pintar encima de un grafiti artístico recién plasmado en el Mirador del Troncoso. Dinero y decoro es lo que le cuestan este tipo de actos a la ciudad de Zamora, que tiene un problema grave que se debería atajar.