Fue en 22 de julio de 1999, último año del siglo XX y año en el que fallecía mi madre en el mes de febrero. Por todo ello, un año muy triste para quien esto escribe y por razones ya inolvidables....

Clara, su viuda, después del entierro de Claudio quiso que sus amigos, familiares y allegados nos reuniéramos -por su invitación personal- en una comida para el recuerdo de ese día y desde aquella jornada se viene haciendo cada año.

Naturalmente los años no perdonan a nadie y por desgracia van faltando amigos de Claudio y familiares a esta cita que Clara quiso hacer en Los Pelambres, en frente de Zamora y su Catedral y al pie de su querido "río Duradero" como sencillo homenaje fraternal al gran amigo, al gran y universal poeta.

Desde entonces colectivamente se visita su tumba, se ponen flores y se pide por su alma departiendo momentos y recuerdos del gran amigo y zamorano universal.

José Ignacio Primo nos convoca ahora a la cita profundamente arraigada en cada uno de nosotros y pese a nuestra salud -de nuestra salud que se está viendo diezmada- aquel espíritu inicial de aquel primer homenaje al amigo y al universal poeta permanece intenso y vivo.

"Sabemos de sobra Claudio que todos los grandes poetas como tú, ponéis ALAS a las palabras y que estas vuelvan hacia aquel recóndito lugar que yo te oí tantas veces repetir... ¿DÓNDE, DÓNDE... DONDE LA FLOR SIN NOMBRE..."

Que la paz sea siempre contigo y que año tras año brindemos por tu querido recuerdo y por tu poesía.