La pasarela instalada ayer en el paso de la calle Cañizal ha tenido un coste para el Ayuntamiento de cerca de 200.000 euros, según los datos que hizo ayer públicos Francisco Guarido. La longitud de la pasarela es de 20 metros y ochenta centímetros y la anchura es de cinco metros. Se trata de una estructura totalmente metálica con un peso aproximado de 11.000 kilos. La altura de las barandillas instaladas asciende a 1,60 metros y el gálibo, es decir, la distancia entre la carretera y la base de la pasarela, es de 4,90 metros.

"Es una obra que parecía imposible, más que por el coste económico por las características técnicas que ha tenido", aseguró Francisco Guarido.

Además, el Ayuntamiento ha proyectado una acera, en el lado derecho de la calle conforme se sale de la ciudad, para que los vecinos que tienen fincas rústicas o de recreo en la zona puedan desplazarse hasta ellas caminando con mayor seguridad. A partir de ahí serán los propios vecinos los que tengan que continuar con la acera, ya que se trata de terrenos urbanizables. Siguiendo con las instrucciones de los técnicos, la parte superior de la pasarela es para uso peatonal. Por lo que refiere al tránsito de vehículos, la zona es de las más utilizadas por los vehículos en la capital.