Fueron trece las piezas audiovisuales que se batieron en duelo durante el IV Festival de Cortometrajes de Zamora. Eran los mejores de entre el centenar de proyectos que sobrevivieron a las cribas iniciales. Habían sido enviados desde Italia, Países Bajos, Canadá, Eslovaquia, Bulgaria, Francia y toda España, y fue durante la tarde de ayer cuando se sometieron a la exigente mirada del público zamorano, el que, por unas horas, se sentó en las butacas de los multicines locales comprometido con la tarea de ser jurado.

Cinema Camp Film Festival nació hace cuatro años en el seno de un proyecto educativo homónimo que permite a los más pequeños aprender a crear audiovisuales dignos de una sala de cine."Los chavales querían ver cortos durante las actividades. Al principio les poníamos piezas de amigos o de otros certámenes. Así fue como surgió la idea de crear un pequeño festival", cuenta Álvaro Martín, coordinador y fundador de Cinema Camp. Pero esta exhibición de pequeña tiene poco, pues se ha convertido en una cita muy atractiva para creadores de todo el mundo, que mandan sus obras desde una veintena de rincones entre los que destacan Malasia, Iraq y China. El secreto de tanto éxito es la libertad de género y de temática. "Recibimos toda clase de propuestas, desde crítica social o video arte hasta piezas de ciencia ficción y comedia". Los creadores solo deben ajustarse a los 15 minutos de duración e incluir un trasfondo educativo. "Nos hemos abierto al público en general, pero no olvidamos que esto lo hacemos para los chavales", continúa Álvaro.

Unos chavales que empiezan a dar sus primeros pasos en el cine gracias a la iniciativa Cinema Camp. Esta es su sexta edición, la más grande hasta ahora con un total de 62 plazas que se reparten entre los tres campus en las ciudades de Segovia, Palencia y Zamora. Los jóvenes, de edades comprendidas entre los 13 y 17 años, se sumergen en el mundo del audiovisual durante una semana de actividades intensivas que los inician en las disciplinas de producción, guion e interpretación. Este año además han podido disfrutar de actividades complementarias como talleres de animación de stop motion con plastilina, caracterización e historia del cine. "Viven el ritmo real del cine, no duermen mucho", confiesan desde el equipo educativo, y es que este campamento es frenético. Muchos repiten año tras año, y otros incluso lo han hecho su profesión ingresando en escuelas de cine o el Grado en Comunicación Audiovisual, cuentan orgullosos. "Al inicio de la semana hacemos cinco equipos y cuando acaba tienen que haber grabado su propio corto. Aprenden a hacerlo todo por sí mismos y a trabajar en equipo", concluyen.

Los participantes

El ganador del Cinema Camp Film Festivalse dará a conocer a finales de agosto cuando se contabilicen todos los votos de los cinéfilos zamoranos, palentinos y segovianos. La elección del mejor cortometraje estará reñido, confiesan los organizadores, pues hay piezas tan interesates como "Una noche con Juan Diego Botto" bajo la interpretación del mismo, "Tu último día en la Tierra", o "Kill Kurt", premiado en otros certámenes. Una propuesta que une a aficionados, aprendices y profesionales en un mismo patio de butacas, y que nació de las ganas de aprender de un grupo de jóvenes cinéfilos con ganas de hacer cine.