R de R (Registro de registros) supone un cambio de rumbo en la trayectoria del artista Antonio Vázquez. Un giro con el que ha dejado atrás su vertiente más colorista, centrada en la naturaleza, para hablar del significado de las imágenes y su proceso de consolidación mental.

-¿Cómo surge la idea de esta exposición en el Museo Etnográfico de Castilla y León, que supone un cambio tan radical con respecto a sus últimas obras?

-Efectivamente, es un trabajo totalmente distinto si se tiene en cuenta mi trayectoria. Es más experimental. No quería hacer lo mismo que estaba haciendo hasta ahora y el museo me parecía el sitio idóneo para volcar este tipo de obra.

-"R de R" (Registro de registros) recoge obras en las que has plasmado tapas de registro, placas de esculturas...

-Había visto algo similar en algún viaje. Se trata, sin embargo, de un trabajo que se puede trasladar a nivel local, porque cada sitio tiene sus tapas particulares. Las hay de compañías eléctricas o de telecomunicaciones, y otras más de aquí, de Zamora.

-¿Esta exposición refleja entonces el arte que nos podemos encontrar en Zamora cuando caminamos por la calle?

-Así es. De alguna forma, además, está enfocado en Zamora, como reflejan los registros de altura sobre el nivel del mar que expongo. Hay incluso grabados que están hechos sobre algún monumento de la ciudad. Es un trabajo que quiere denunciar que la globalización nos está haciendo estar cada vez más lejos del sitio donde vivimos, aunque esté en nuestro día a día.

-Un giro radical en su trayectoria. ¿Necesitaba un cambio de registro?

-Todos necesitamos un cambio. Nos ayuda a modificar nuestra visión de las cosas. Al principio planteé un trabajo más personal, orientado al mundo rural. Finalmente, aposté por un trabajo con el que pudiese aprovechar el museo para hacer algo distinto, que no había hecho hasta ahora. El Museo Etnográfico me pareció un lugar especial para hacer este trabajo tan experimental como es "R de R".

-¿De cuántas obras cuenta la exposición?

-Hay 32 obras, de las que se has expuesto 26 piezas. Con ellas hemos llenado el espacio de la rampa del museo, un espacio amplio, pero sobre todo muy monumental. El conjunto plástica y formalmente ha quedado muy versátil.

-¿Qué técnica ha empleado para plasmar estos registros que se encuentran en la calle?

-He empleado la técnica "frottage", que viene el mundo del surrealismo. Consiste en registrar, por medio de grafiti y papel, los relieves que forman los registros, que son esas tapas que están en las calles y de los que estamos rodeados.

-Aunque es complicado, ¿podría decirse que tiene alguna obra predilecta?

-Durante el proceso vas creciendo, pero una vez has realizado la diez primeras hay una soltura de técnica, porque es un método que no había usado hasta ahora, que hace que cada vez las piezas me gusten más. Aparece una mayor expresividad, sobre todo plásticamente.

-¿Cuesta vender y hacerse un hueco como artista en Zamora?

-Es complicado. Le irá muy bien a los grandes artistas, pero a nivel local es difícil. Siempre con la disyuntiva de querer crear y tener que seguir adelante cada día.

-¿Se puede decir que existe un mercado del arte en Zamora?

-Realmente hay poco mercado. Pero es algo general. En Zamora hay mercados pequeños en todos los sectores, así que hay que buscarse la vida fuera. Es necesario adaptarse a la ciudad, tanto a nivel de precios como a los gustos del mercado zamorano. Es necesario ser flexible.

-¿Se puede decir que en Zamora hay un buen panorama artístico?

-Siempre se ha dicho que en la ciudad ha habido, al menos, inquietud por el arte. A nivel artístico, no solo en las artes plásticas, sino en la música o a nivel teatral, hay excelentes propuestas. Y aunque se suele decir que en Zamora no hay nada, de alguna manera he querido plasmar esta situación con estos registros. Quería decirle al público que hay obras de arte a nuestros pies constantemente, y no solo lo que se muestra en la televisión. Es importante saber que no hace falta buscar más allá. Tenemos que valorar lo que tenemos aquí, porque muchas veces no lo hacemos. Esta es una gran ciudad. Tendríamos que ser conscientes de ello y multiplicarla individualmente cada uno.

-¿Cuáles diría que son sus principales influencias?

-En este último trabajo he tirado del surrealismo, porque empleaba esta técnica de "frottage". Mi base siempre ha sido el dibujo, pero no tengo un guion en el que me haya basado a lo largo de mi carrera. Podría decirse que me inspiro en el siglo XX, que es a su vez un resumen de todos los siglos anteriores. He recorrido diferentes caminos. A veces he tenido épocas de trabajos más rígidas, más herméticos, más primitivas. También he pasado por épocas más expresionistas, que es una tendencia que va muy paralela a mi obra. Me atrae mucho el color, aunque en esta exposición, sobre todo, hay blanco y negro. En este caso, lo que he querido es abordar más la composición y las texturas.

-¿Ya está pensando en su próximo trabajo?

-Llevo muchos años anunciado que voy a hacer esculturas. Antes que pintor soy escultor, pero es una técnica más complicada, menos expresionista... son piezas menos espontáneas. Este verano quiero empezar a trabajar en ello y exponer el año que viene.

-Se van a programar además visitas guiadas por usted para conocer la exposición

- El museo ha programado dos visitas guiadas. Una será para los amigos del museo en el mes de septiembre. La otra estará abierta al público el 19 de octubre, aunque seguramente organizaremos otra más en agosto.