Los Fondos de Compensación Interterritorial, creados con el fin de "corregir desequilibrios económicos" entre territorios "y hacer efectivo el principio de solidaridad" -según la Constitución Española- se quedan en las provincias más ricas de la comunidad. Esta es una de las principales conclusiones a las que llega el Consejo de Cuentas de Castilla y León en el informe, publicado ayer, sobre la fiscalización de estos fondos. Las cuatro provincias más ricas de la comunidad autónoma -Burgos, León, Salamanca y Valladolid- se han repartido más de la mitad de los Fondos de Compensación Interterritorial que han llegado a la comunidad autónoma desde el año 2013. Llama la atención esta situación cuando los fondos tratan precisamente de eliminar, en la medida de lo posible, las diferencias existentes entre las provincias con más oportunidades económicas y las que tienen más dificultades, tal es el caso de Zamora. En los 15 años comprendidos entre 2003 y 2017 -contando ambos- las cuatro provincias citadas han recibido 433 de los 777 millones de Castilla y León.

¿Y cómo está Zamora? La provincia ha recibido, en el mismo periodo de tiempo y siempre con el informe del Consejo de Cuentas en la mano, cerca de 69 millones de euros. Mucha distancia con los 132 millones que han ido a parar a Burgos, la provincia con el salario medio más alto de la comunidad autónoma y la que más dinero ha recibido en los tres últimos lustros. Zamora ha tenido que gestionar el 8,84% de los fondos que, gestionados por la Junta de Castilla y León, han llegado a las provincias para, en teoría, paliar las desigualdades. Unas desigualdades que corren el riesgo de ir a más si las provincias que más despuntan son las que más dinero reciben.

El informe, publicado ayer, hace además un retrato de las inversiones acometidas con cargo a estos fondos en el año 2017, el último que se ha podido analizar a fondo. Tampoco puede decirse, en el caso puntual del ejercicio 2017, que las provincias con menor desarollo hayan sido las más beneficiadas. Al contrario, Salamanca, con más de seis millones y Valladolid, con algo más de cuatro, se reparten la mitad de la inversión de la comunidad autónoma. Zamora se queda en cerca de un 11% al recibir más de 2,1 millones de euros, gran parte de ellos con el Fondo Complementario para Infraestructuras Sanitarias. Es decir, dinero destinado a las obras, por entonces en marcha, del Hospital Provincial.

Con todo, y aunque lo idóneo de la situación podría discutirse -porque se trata de unas partidas presupuestarias que deberían tener unas prioridades marcadas-, Zamora tiene una situación que hay que catalogar como buena cuando se la compara con lo que sucede en otras provincias de la comunidad autónoma. Soria, uno de los territorios que acompaña a Zamora en el vagón de las provincias que están perdiendo el tren de la recuperación económica, recibió en el año 2017 menos del uno por ciento de los Fondos de Compensación Interterritorial. Ávila se quedó con algo más del tres por ciento y Segovia superó por poco el siete por ciento. El caso de Soria en los últimos quince años puede catalogarse de sangrante. La provincia soriana solo ha recibido inversiones con cargo al cuatro por ciento de los fondos que ha gestionado la Junta. Ávila y Segovia se mantienen por debajo del diez por ciento, misma situación que Zamora, que no supera el 9% de las partidas.