El despliegue de la fibra óptica, que permite navegar por Internet de alta velocidad, es ya una realidad no solo en el centro, sino también en muchos barrios de Zamora. Sin embargo, sigue existiendo una isla en el disfrute de esta tecnología que es imprescindible si se quiere navegar por Internet con un mínimo de velocidad en los tiempos que corren: el Casco Antiguo. La estricta normativa de Patrimonio es la que está impidiendo el desarrollo del cableado en muchos cascos históricos de la región, entre ellos el de Zamora.

Los vecinos del Casco Antiguo vienen reclamando desde hace años poder acceder a los servicios de la fibra óptica como cualquier otro ciudadano, pero siguen sin poder contratar con ninguna compañía que les preste este servicio. "No podemos meter la fibra. Andamos peleando con el Ayuntamiento y éste a su vez anda tirándose los trastos a la cabeza con las compañías, pero esto no se soluciona", lamenta un vecino de la calle de Las Damas que, por las informaciones que ha podido recabar, considera que es el Ayuntamiento quien no da los permisos para el despliegue de la fibra óptica. "El Ayuntamiento no da autorización a ninguna compañía para tener fibra", asegura, según la información que ha podido recabar el sector.

El caso es que las compañías telefónicas comercializan ya casi exclusivamente fibra, con lo que los vecinos afectados se tienen que apañar con el ADSL, con prestaciones mucho menores, pero a precio de la tecnología de la alta velocidad.

La presidenta de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, Carmen Núñez, sin embargo, admite que hay unas reglas muy estrictas por parte de Patrimonio, pero considera que el problema fundamental estriba en que a las compañías no les es rentable meter la fibra en el casco antiguo. "Solamente hay una compañía que presentó en su día una propuesta" para meter la fibra en el Casco Antiguo. Sin embargo, hace dos años que el proyecto se presentó en el Ayuntamiento, éste lo remitió a Patrimonio, de ahí se fue a Valladolid y nunca más se supo, explica Carmen Núñez, quien incidirá sobre el asunto en una próxima reunión que tiene concertada con el concejal de barrios, Pablo Novo.

La presidenta aclara que la culpa de que el Casco Antiguo no tenga fibra óptica no se le puede echar al Ayuntamiento. "El Ayuntamiento no tiene nada que ver, son las compañías las que lo tienen que hacer, aunque necesitan permisos y Patrimonio está poniendo muchos problemas".

En el Casco Antiguo no puede colocarse ni un solo cable por las fachadas, por lo que las instalaciones deben ir por las zonas interiores. "Hay que taladrar todos los edificios, porque no puede ir nada por las fachadas", explica gráficamente Carmen. Cierto es que hay inmuebles más modernos que tienen preparadas las instalaciones y en ese caso sería más fácil introducir la fibra óptica.

Uno de los problemas puede ser que la escasa población de la zona no anime a las compañías a acometer inversiones que son de cierta importancia, como ocurre con algunas otras zonas de la ciudad: "En Candelaria tampoco hay". Y en este sentido sí cree que el Ayuntamiento podría plantearse algún tipo de línea de ayuda, con el fin de que a las compañías les sea más atractivo introducir la fibra óptica. "No puedes poner un negocio si no tienes posibilidad de instalarte con los adelantos del mundo actual. Estar con velas puede ser muy romántico, pero no es realista", insiste la presidenta.

La verdad es que el asunto plantea situaciones curiosas, como la que relata otro vecino de la zona, que vive en la Plaza de los Ciento. "Una vez vi a unos operarios que estaban metiendo el cable de fibra óptica por el Teatro Ramos Carrión. Pregunté porque creía que por fin íbamos a tener Internet de alta velocidad y resulta que era una línea exclusiva para el Consultivo, que no iba a dar servicio a los vecinos". El caso es que la obra del cable fue avanzando "y pasa a un metro de la puerta de unos edificios que están preparados para recibir la instalación. Pero solo da servicio al Consejo Consultivo".

Este vecino asegura que se ha recorrido todas las compañías telefónicas y ninguna ofrece fibra óptica, "ni está entre sus planes de futuro ponerla en el Casco Antiguo". Así las cosas, le toca navegar por Internet a las velocidades de ADSL, totalmente insuficientes para muchos de los usos actuales, y por supuesto para cualquier tipo de negocio. Con otra paradoja, que las restricciones de Patrimonio inciden en evitar el cableado de las fachadas, cuando los cables de la luz están por todas partes, y eso que cuando se arregló el Casco Antiguo se preparo toda la infraestructura para soterrarlo, aunque nunca se hizo.