Laura Rivera apenas dejó pasar cinco minutos de cortesía e inició el mandato en la Diputación Provincial con un tono duro contra "el gobierno del más de lo mismo". Así definió la portavoz de Izquierda Unida al equipo formado por el líder de Ciudadanos, Francisco José Requejo, y por los doce diputados del Partido Popular, que arroparon al presidente en el primer Pleno celebrado en la casa tras la toma de posesión.

Rivera habló de "continuismo" y cuestionó las opciones de regeneración que se abren dentro de un gobierno en el que el Partido Popular sigue teniendo una abrumadora mayoría, a pesar de que el presidente pertenezca a otra formación política: "Trece que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión", señaló la responsable de Izquierda Unida, a quien le parecería "un verdadero milagro" que fuese el de Ciudadanos quien cambiara la forma de proceder del resto.

En el punto previsto para hablar de la formación de las comisiones informativas, Rivera siguió hurgando en la herida y recordó las palabras de Requejo, "hace apenas un mes", sobre sus socios de gobierno: "Era el PP que no se había regenerado, el PP del clientelismo y el de las injerencias en su partido con tácticas no mafiosas, pero sí ilegales", rememoró la portavoz de IU, citando al propio presidente: "Ahora, Barrios es su mano, suponemos que derecha. ¿Era esto la regeneración", insistió la representante de la formación de izquierdas.

El primero en responder fue el propio Requejo, que citó los años de trayectoria política de Laura Rivera para cuestionar a la portavoz de IU si "precisamente" ella era "la más indicada" para hablar de regeneración. El presidente de la Diputación le pidió a la representante de la oposición "el mismo ímpetu para hacer cosas por la provincia" que el que había mostrado delante del micrófono y deslizó que su oponente muestra un cierto afán de protagonismo: "Le cedo el asiento si se quiere sentar, pero el puesto tiene que ganárselo con trabajo y con votos", apuntó el líder de Ciudadanos.

En la segunda intervención, y tras la aparente sorpresa de Rivera por las palabras de Requejo, José María Barrios tomó la palabra, entre otras cosas, para indicar que Izquierda Unida mantiene los mismos diputados que en el mandato anterior, más el que ha incorporado, mientras "el PP ha renovado a más del 50%". El responsable popular también respondió a la representante de la oposición en el asunto del clientelismo: "Nos gusta hablar más de atención a los pueblos, y el trabajo tiene su recompensa: 157 alcaldías", advirtió Barrios.

En este punto, la discusión se desvió también hacia el asunto de los sueldos, después de que la propia Laura Rivera cuestionara las cantidades. Requejo zanjó el asunto acusando a la diputada de Izquierda Unida de "demagogia".

En lo que se refiere al punto como tal, las comisiones informativas se cerraron con un reparto de cuatro miembros para el PP, dos para el PSOE, uno para IU, uno para el diputado no adscrito y otro para el representante del grupo mixto, un Francisco José Requejo que aparece aquí como único miembro de Ciudadanos y que cedió la presidencia de las reuniones a sus compañeros populares.