Un zamorano es uno de los siete acusados en la Operación Iluminatis de la Guardia Civil como presuntos autores de un delito de tráfico ilegal de especies protegidas, tras la comisión del delito y relación comercial con el propietario de un zoológico clandestino en Villafranca de los Barros (Badajoz).

Los agentes descubrieron este lugar tras una investigación que comenzó el pasado mes de febrero, que los llevó a unas instalaciones que albergaban más de un centenar de animales pertenecientes a diversas especies de aves, mamíferos y reptiles, procedentes de los cinco continentes. Una inspección pormenorizada dio como resultado que los documentos de algunos animales estaban falsificados.

Entre los ejemplares involucrados en este comercio ilegal había especies de puercoespín africano, grulla coronada, ñandú, búho real, ibis escarlata, tortuga de espolones africana o turaco Livingston, animales que quedaron bajo custodia del propietario de las instalaciones, a disposición de la autoridad judicial.

Junto al zamorano, el resto de supuestos autores de la comercialización ilegal con el dueño del zoológico son vecinos de Badajoz, Sevilla, Córdoba, Málaga y Valencia, además de la localidad portuguesa de Caparica.

Las diligencias instruidas por los delitos de tráfico ilegal y falsificación documental son remitidas al juzgado de Villafranca.