Una herencia que se ha convertido en una pesadilla. Es la que está viviendo desde hace unos días una mujer que ha visto cómo la vivienda que su madre le dejó en el testamento ha sido ocupada por una pareja de manera totalmente ilegal. "Mi idea era vender el piso, porque yo vivo fuera de Zamora", explica la afectada.

Precisamente, cuando un pariente se disponía a enseñar la vivienda a los primeros interesados, se encontró con que la cerradura estaba cambiada y que dentro vivían dos personas -en principio, según los vecinos, estaban tres-, que habían entrado justo durante esa madrugada, por lo visto, ayudados por un inquilino del edificio que también está dando problemas, pues no está al día de sus pagos de alquiler, según ha podido averiguar hablando con otros vecinos del edificio.

"Llamaron inmediatamente a la policía, pero esta no hizo nada por desalojarlos", apunta. Ella misma viajó desde la ciudad donde vive hasta Zamora para, al día siguiente, interponer la pertinente denuncia en la comisaría. "Quiero que conste que hay una ocupación y que, aunque sea la dueña, yo no soy responsable de ninguno de los destrozos que puedan ocasionar", advierte la mujer.

La siguiente medida que tomó fue cortarles todo suministro del piso, como agua, luz o gas. "Quería dar una cierta seguridad a los vecinos del bloque, por si los okupas intentaban manipular alguna tubería", pone como ejemplo la denunciante. La pareja contraatacó ante esta acción e intentó contratar el servicio de agua de forma telefónica, pero la dueña se puso inmediatamente en contacto con la empresa suministradora de este servicio para explicarles la situación y asegurar que esas personas "ni son mis inquilinos ni tienen un contrato de arrendamiento para vivir en esa casa", subraya.

Por otra parte, la mujer manifiesta que, a pesar de la celeridad con la que actuó tanto su pariente avisando a la Policía en cuanto supo la situación como ella misma al interponer la denuncia al día siguientes, los agentes no actuaron, "a pesar de que si no han pasado 48 horas de la ocupación podrían haber desalojado a los ocupantes", recuerda.

"Toda esta situación ya está en manos de abogados, pero sé que, hasta que no se disponga de una orden judicial, la Policía Nacional no va a intervenir y eso puede tardar varios meses, así que estoy resignada a que puedan destrozar el piso por dentro si quieren", reconoce la dueña.