"Lo he dado todo". Manuel Escalante, el candidato zamorano a Míster España no se vuelve de Villanueva de la Jara, en Cuenca, con las manos vacías, pese a no haber podido pasar el corte en la gala del pasado sábado, ya que trae la mochila cargada con una experiencia vital irrepetible.

Ha sido una intensa semana de convivencia con los. en principio, rivales del resto de las provincias españolas. Una rivalidad relativa, ya que todos optaban al mismo galardón que al final se llevó Yeray Hidalgo, pero dentro del grupo ha reinado una total armonía. "He hecho muchas amistades. Me ha sorprendido lo bien que hemos convivido todos juntos. La verdad es que no nos conocíamos, empezamos a vernos por las redes sociales, pero después de tantas fotos, de ir de acá para allá todos juntos hicimos una piña increíble. Me ha sorprendido la rapidez con la que hemos congeniado", dice el guapo zamorano de 24 años, en declaraciones a este diario después de unas horas de merecido descanso. Porque no ha sido todo ponerse guapos y desfilar. Los candidatos a Mister España han tenido que cumplir un duro programa durante estos días en Cuenca. "Tienes que cumplir una serie de normas y horarios" que algunos días se convertían en jornadas extenuantes: "Hubo días que nos acostábamos a las cuatro de la mañana y nos levantábamos a las siete, tres horas después".

Premios aparte, Manu Escalante no se arrepiente de haber participado en el certamen de belleza. "Yo fui a vivir la experiencia, tenía muchas ganas de darlo todo", confiesa. Luego, los organizadores "tenían sus criterios" y fue más difícil conseguir una buena clasificación. A pesar de los nervios propios del momento, Manu confiesa haberse sentido cómodo durante todo el desarrollo de la gala. "En cuanto salías al escenario y veías a la gente, se te pasaban los nervios y te metías en el papel". No se sintió incómodo en ningún momento, durante los desfiles con el traje típico, de gala o en bañador, aunque "estaba más acostumbrado a este último, por las competiciones en las que había participado previamente".

Salió al escenario y tuvo sus opciones de pasar a la final, debido al buen resultado de la prueba de bañador, en la que quedó entre los cinco primeros, aunque al final fue otro compañero el seleccionado para superar el corte.

Ahora, después del paso por un certamen tan exigente como el de Míster España a Manu le queda pensar en su futuro: si continúa formándose o encara ya el mundo laboral preparando una oposición. "Cuando se tiene un objetivo no se debe ir ciegamente en busca de la meta, porque te dejas muchas cosas por el camino. Hay que abrir los ojos a las oportunidades, amistades que te hacen disfrutar de ese camino que recorres para lograr un fin".