El estudio del Ranking de Enseñanza Europea tiene más valor si cabe al descubrir que en una proporción muy alta -alrededor del 45% de la evaluación final- se atiende a los resultados de la Encuesta Europea de Estudiantes, que se alimenta de seis de los 14 indicadores de rendimiento para la puntuación final de cada universidad.

La encuesta examina una serie de temas clave, como el compromiso de los estudiantes con sus estudios, la facilidad de interaccionar con el profesorado, las oportunidades para desarrollar habilidades y sus puntos de vista sobre la calidad de los servicios en la institución. Asimismo, el ranking tiene en cuenta el fomento del pensamiento crítico, la relación de lo aprendido con el mundo real, el aprendizaje colaborativo y los vínculos con el mercado laboral.

Por otra parte, la metodología de este ranking europeo ha cambiado entre sus dos ediciones. De esta manera, en esta segunda se otorga mucho más protagonismo a la opinión de los estudiantes. Así, la encuesta se ha realizado por parte de los propios responsables del ranking, pero en esta edición se ha distribuido desde las universidades.

En el caso de la Universidad de Salamanca, se hizo partícipe a todo el alumnado, con la finalidad de recoger la opinión del máximo número posible de estudiantes, "para ganar así en fiabilidad de la respuesta", se reconoce desde la propia USAL.

De este modo, se puede constatar el hecho de que los estudiantes de la Universidad de Salamanca la valoran "muy positivamente, contribuyendo con ello notablemente a la mejora de su posicionamiento", agradecen desde la institución académica.