Aunque la inversión en infraestructuras públicas durante los últimos años ha sido evidentemente mayor que la registrada en el ámbito privado, el informe del BBVA asegura que los niveles de inversión actuales "son insuficientes para compensar la depreciación" o, en otras palabras, el envejecimiento de las infraestructuras.

"En consecuencia el stock de capital público, que ya había experimentado descensos en todas las regiones en los años de 2012 a 2014, sigue cayendo". Se trata, dicen los expertos, "de un fenómeno anómalo respecto al patrón anterior de acumulación característico de los cincuenta años previos. Esta circunstancia está relacionada con el proceso de ajuste de las finanzas públicas, al ser los volúmenes presupuestarios dedicados a la inversión los que han experimentado las mayores y más continuadas reducciones" durante los últimos años.