Uno de cada tres jóvenes padece miopía, y en 2050 la cifra aumentará a uno de cada dos. Así lo manifiesta el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, y los profesionales de la salud visual son conscientes de ello.

La inmersión en el mundo digital también puede llegar a adelantar la aparición de presbicia o vista cansada. La fatiga visual causada por la sobreexposición a pantallas se debe, en muchas ocasiones, a la disminución de la frecuencia de parpadeo durante el tiempo que las personas se sitúan frente a los dispositivos electrónicos. De media, los humanos parpadeamos alrededor de 15 o 20 veces por minuto, mientras que cuando nos exponemos a las pantallas, lo hacemos entre 7 y 10 veces por minuto. Los problemas causados "se notarán más a largo plazo, porque el uso de las pantallas se incrementa cada vez más a menudo, por lo que las patologías asociadas van en aumento", manifiesta María del Mar Abollo, óptica en Multiópticas Ortega, en la capital.

A pesar de que las complicaciones para ver pueden presentarse independientemente de la edad, "cuanto antes se empiezan a usar aparatos electrónicos, antes se padecen", apunta Abollo. Una de las causantes de su aparición es la llamada "luz azul", que emite el sol pero también las pantallas digitales, y llega a ser perjudicial cuando la exposición se prolonga demasiado en el tiempo. Además, el número de niños con problemas de visión ha aumentado en los últimos años, "pensamos que solo hacen daño los ordenadores, pero también lo hacen el móvil o la tablet, y los niños juegan habitualmente en estos dispositivos a distancias muy cortas", comenta Emma José Laguna Martín, de Lux Centro de Optometría Emma.

Entre las enfermedades o dificultades de la vista más frecuentes propiciadas por del abuso de dispositivos se encuentran la miopía, la sequedad ocular, el insomnio y la falta de concentración. Un ejemplo muy común es el síndrome del ojo seco, que aparece tras no parpadear durante un tiempo prolongado delante de dispositivos que emiten calor, para no perder la referencia del estímulo fijo que se observa, la lágrima se seca y ello causa "que el ojo se seque, se irrite o escueza, y otros problemas como dolores de cabeza y malestar general", según Laguna. Aunque son problemáticas frecuentes "todavía no se le da suficiente importancia, y por eso la gente tiene que mentalizarse", indica Abollo. La falta de información es tal que muchas veces los padres prestan los dispositivos a sus hijos para que se distraigan, sin saber que, además de patologías visuales, ello puede dar lugar a "problemas de comportamiento, sedentarismo y falta de comunicación", afirma la regente de Lux.

El cansancio visual es una de las patologías principales, cuyos síntomas son visión borrosa o no enfocar al levantar la mirada de la pantalla, ya que el esfuerzo que hacen los ojos es muy grande. En las personas más mayores, "esto puede provocar ansiedad, al confundirlo con otras enfermedades", destaca Emma José Laguna.

Para prevenir los problemas, profesionales como María del Mar Abollo señalan la importancia de "no estar muchas horas expuesto a las pantallas, descansar cada cierto tiempo para evitar la fatiga y protegerse siempre con lentes, que en la actualidad desarrollan diversos laboratorios ante la presencia de estos problemas".

Es habitual que los afectados tarden en acudir a un profesional, sobre todo los más mayores. Es fundamental "realizar campañas para padres y educadores, y que los niños desde pequeños aprendan a utilizar las tecnologías de una forma correcta, con tiempos de reposo y unas condiciones de luz óptimas, sin reflejos ni sombras, un tamaño de letra visible que no provoque esfuerzo, y por supuesto, una buena posición a la hora de sentarse", señala Laguna. Además, "nos olvidamos de que la luz natural es fundamental, cuanto más tiempo pasen los niños en exteriores, mucha mejor calidad visual tienen, y por eso deben realizar actividades en la calle y no solo delante de dispositivos", añade. Por la noche, al contrario, "la exposición constante a la luz que emiten las pantallas puede llegar a producir cambios en el ciclo circadiano, confusiones e insomnio".

Por otra parte, puede ayudar el uso de filtros para la luz que tienen la mayoría de los dispositivos, así como aprender a parpadear de forma constante, para bañar por completo la córnea.

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León ofrece algunos consejos para leer en pantallas sin que estas perjudiquen excesivamente la vista, como la importancia de que el ambiente tenga una luz uniforme, sin llegar a una luminosidad excesiva, pero tampoco en la oscuridad. Además, es importante hacer descansos de cinco minutos por cada hora que un usuario pase delante de una pantalla, o relajar la vista mirando a objetos lejanos. También se debe situar el dispositivo digital a una distancia correcta, o colocar la espalda en una posición idónea, lo que ayuda, asimismo, a prevenir otras dolencias. Precisamente, el colegio autonómico ya ha realizado una campaña de concienciación entre adultos y alumnos, dentro de sus actividades para la prevención en salud visual, "especialmente entre la población más vulnerable, como son los niños en edad escolar", como señala Inmaculada Aparicio Rodrigo, decana de la entidad.

Los profesionales, por otra parte, recomiendan a los padres prestar atención a cualquier signo de un problema visual, y realizar una visita al óptico-optometrista para revisar la salud de la vista, al menos una vez al año.