Un encuentro transfronterizo de escuelas de Hostelería celebrado el pasado año en Santa Marta de Tormes, donde participaba el director del CIFP Ciudad de Zamora, Ceferino Francisco, ha sido el germen para que alumnos de Cocina y Restauración del centro zamorano hayan desarrollado este curso, junto a compañeros de la Escola de Hotelaria e Turismo de Douro, en la localidad portuguesa de Lamego, un proyecto de intercambio transfronterizo entre ambos centros de formación bajo el nombre de "Cocinando a orillas del Duero", gracias al apoyo de la consejerías de Presidencia y Educación y con la financiación de fondos europeos.

En total, setenta estudiantes zamoranos y portugueses han compartido varias jornadas de intercambio para conocer de primera mano desde fábricas de alimentación de ambas zonas hasta las instalaciones de los centros educativos o las técnicas empleadas en la formación. Y todo ello alrededor de los productos que ofrece La Raya, como quesos, miel, aceite, carne o vinos.

Conocer y profundizar en las técnicas gastronómicas y metodológicas educativas; intercambiar experiencias educativas entre profesores; realizar actividades conjuntas con alumnos de diferentes cursos y ciclos para fomentar el conocimiento de nuevas tendencias en hostelería o visitar empresas que elaboran productos gastronómicos típicos y ecológicos a ambos lados de La Raya son algunos de los objetivos que se marcaron ambas escuelas y que, a vista de los resultados obtenidos, han superado con creces.

En la parte zamorana, por ejemplo, los alumnos visitaron una fábrica de aceite en Fermoselle o de quesos en Fariza, además de descubrir la capital a través de una visita guiada organizada por los estudiantes del ciclo de Gestión de Alojamientos Turísticos. Una visita que pronto les devolvieron los zamoranos y que tuvo su encuentro final en la localidad de Miranda do Douro, donde desarrollaron la acción "Compartiendo Ta-pinchos", donde los participantes se instalaron en la plaza del Ayuntamiento para elaborar tapas zamoranas y petiscos portugueses, lo que les sirvió no solo para conocer y profundizar en las técnicas gastronómicas y culinarias de cada una de las regiones, sino también promover el intercambio de experiencias entre profesores y alumnos, además de difundir el uso de productos gastronómicos de proximidad.

De tapas

Los más afortunados fueron, sin duda, los propios mirandeses, quienes se pudieron acercar a las casetas instaladas por los alumnos y degustar las elaboraciones de esta original jornada de intercambio, como pinchos morunos de cordero, tiberios, patatas bravas, perdices o tortilla de patata, en el caso de los estudiantes zamoranos.

Tras la experiencia, los alumnos evaluaron los encuentros, resaltando la excelente organización y desarrollo del proyecto, aunque echaron de menos más actividades y una mayor duración, por lo que solicitaron entre las propuestas de mejora la realización de nuevos talleres en el primer y segundo trimestre del curso.

De esta manera, la experiencia ha sido tan positiva para los alumnos que la idea es que estas jornadas continúen los próximos cursos "e incluso se pueda incluir intercambio de profesores de ambos centros educativos", adelanta Francisco, quien añade con total seguridad que "este tipo de iniciativas, donde los protagonistas son los alumnos y los elementos de unión entre ambas escuelas son los productos y alimentos ecológicos que se producen a ambos lados de La Raya son totalmente beneficiosas para todos", finaliza. Unos beneficios que también pasan por ampliar las perspectivas laborales en un futuro, con la vista puesta en la vecina Portugal.