A las ocho y cuarto de la mañana de este lunes, y por primera vez desde 1983, un político ajeno al Partido Popular entró al despacho de Presidencia de la Diputación Provincial y tomó asiento como nuevo dirigente de la institución. Francisco José Requejo vivió su primer día en la Encarnación, apenas 72 horas después de lograr el bastón de mando. El PP no abandona el poder en este mandato, pero sí cede el puesto principal al líder de Ciudadanos, que se puso ya manos a la obra para tratar de adaptarse al que será su sillón durante los próximos cuatro años.

En vaqueros, y con una camisa azul, Requejo entró a la Diputación Provincial acompañado por sus personas de confianza, las que trabajarán a su lado en esta nueva etapa política, y que ya estuvieron junto a él en los cuatro años de oposición a Francisco Guarido en el Ayuntamiento de Zamora. Esa labor continuará, aunque todo apunta a que será Cruz Lucas quien tome las riendas de Ciudadanos en el plano municipal.

Requejo se centrará en una Diputación que todavía tiene que conocer. Este mandato es el primero en la institución para el nuevo presidente, que se estrena con el cargo principal y con ánimo de intentar "cambiar las cosas". El nuevo presidente lo repite con insistencia, especialmente a los medios, que este lunes acudieron a su despacho para recoger las primeras reacciones del líder de Ciudadanos, ya con los dos pies sobre el despacho que dejó libre Mayte Martín Pozo.

La sala reservada al presidente es amplia, con vistas a Viriato y varios cuadros repartidos por la estancia. Requejo no prevé hacer demasiados cambios: "Si acaso, una foto de mis sobrinos", apunta. De momento, las prioridades son otras, como contar con su propio correo electrónico, empezar a comunicarse con los trabajadores de la casa e, incluso, conocer el edificio.

Esa fue una de las primeras cosas que hizo Francisco José Requejo, que cedió su asiento a los informáticos de la casa y tuvo los primeros encuentros con los funcionarios, realizó alguna consulta al secretario y se familiarizó con un entorno que habrá de compartir con los miembros del grupo popular. No en vano, en la misma zona en la que se encuentra su despacho se halla también la zona habilitada para los vicepresidentes, que serán diputados del PP.

El nuevo presidente de la Diputación Provincial también tuvo que atender un importante número de llamadas, de quienes le querían felicitar y de aquellos que ya reclamaban una reunión. Algunos problemas de la provincia son acuciantes y apenas pueden esperar. Requejo también charló con algún compañero de partido que, quizá, quiso preguntarle cómo era eso de presidir la institución. Ningún miembro de Ciudadanos había ostentado este cargo en ninguna otra zona del país.

Los trámites, la atención a medios y la respuesta a las llamadas coparon la primera mañana de Francisco José Requejo en la Encarnación. El presidente provincial abandonó el edificio a las tres menos cuarto de la tarde, pero regresó después para sumar otras dos horas a su jornada.

Desde su equipo se afanan en situar a Requejo como un político trabajador y que pretende quitarse de encima el estigma de "títere" cuanto antes. El tiempo dirá cuál es el juicio que hacen de él los zamoranos. Este lunes, tan solo fue el primer día. Por delante, todo un mandato en coalición con el Partido Popular y con el proyecto de conseguir "regenerar la institución".