Hace nueve días, en la puerta de la Junta Electoral, Francisco José Requejo (1972) acusó al Partido Popular y a su líder, José María Barrios, de practicar "injerencias" en el proceso interno de Ciudadanos para elegir a su diputado provincial, decisivo de cara a la gobernabilidad. Requejo, que ganó la votación por la mínima, utilizó un tono duro y reclamó un cambio en la institución provincial. Seis días más tarde, el mismo PP le entregó el bastón de mando de la institución como parte fundamental de un pacto para gobernar en coalición. ¿Cómo se llega a un acuerdo con este escenario? El nuevo líder provincial reconoce que es difícil de explicar, pero asegura que es una apuesta por la estabilidad y pide paciencia: "Los cambios se verán pronto".

-En los dos primeros minutos del discurso de toma de posesión, usted pronunció nueve veces la palabra cambio. ¿Se quería convencer a sí mismo?

-A mí mismo no, porque yo estoy convencido. Llevo cuatro años convencido de que hay que cambiar las cosas en el Ayuntamiento, en la Diputación y en la provincia entera. Yo apuesto por la regeneración y lo digo para todos, para los compañeros con los que vamos a estar gobernando y también para la oposición. Va a haber un cambio y creo que es bueno para la provincia que haya un presidente de Ciudadanos. La gente que viene de la sociedad civil, como yo, piensa de otra manera, y creemos que se pueden hacer las cosas bien. Contamos con la experiencia de los diputados del Partido Popular, mi percepción es que ellos también quieren hacer las cosas bien, y vamos a trabajar en sintonía. Va a ser un mandato de cambio real para la provincia.

-¿Cómo se puede impulsar ese cambio con los doce diputados del Partido Popular, encabezados por Barrios y Faúndez, a los que tan duramente criticó hace solo unos días?

-Sobre todo con diálogo, con comunicación y con transparencia. Hay que abrir las ventanas y trabajar en sintonía. Yo tengo las ideas claras y creo que ellos también saben cómo queremos trabajar conjuntamente. Va a ser un mandato bueno para la provincia, que es lo que buscamos todos al fin y al cabo.

-A nivel público, daba la sensación de que ni el PP quería que usted fuese el representante de Ciudadanos, ni usted quería que los populares gobernaran. ¿Cómo se ha fraguado finalmente ese pacto?

-Nosotros hemos hablado con todos los grupos, como tiene que ser, así que se ha fraguado hablando. Al final, la situación del PSOE no era la más adecuada para llegar a un pacto de continuidad y estable, mientras que el Partido Popular sí nos ofrecía esa estabilidad que necesitaba la provincia. Durante el proceso, no hemos querido comunicar nada porque hay que ser cauto y llevar las cosas tapadas en cierto modo.

-¿Llegó a estar cerca el pacto con la izquierda?

-Hemos valorado muchas cosas, pero insisto en que hemos priorizado la estabilidad. A partir de ahí, no podemos meternos en ninguna hipótesis de nada. Tenemos lo que tenemos. Yo estoy contento con el pacto y creo que el PP va a hacer un buen trabajo. Tiene que realizar autocrítica, porque hay cosas que no ha hecho bien, pero pienso que las sinergias entre ambos van a ser buenas para la provincia.

-Decía Tomás del Bien que el principal culpable de que no haya habido un pacto con Ciudadanos era el PSOE. ¿Está de acuerdo o considera que hay otros factores que han influido más?

-Si lo dice Tomás del Bien, que es miembro del PSOE, poco tenemos que matizar. Nosotros hemos hablado con ellos, pero tienen una situación complicada que tienen que resolver. No nos metemos en los procesos internos de otros partidos. Yo con Tomás del Bien tengo muy buena relación y, cuando he hablado con él, siempre ha sido transparente. Tengo que decir que pienso que sería un buen líder para el PSOE, más allá de la amistad que tengo con él. Pero es algo que tendrán que resolver ellos.

-¿Quiere decir que si hubiera sido Del Bien el candidato a la presidencia podría haber habido un pacto?

- Es una hipótesis que está ahí. No lo sabemos.

-¿Cuáles son las líneas rojas que le ha puesto al PP?

-En principio, líneas rojas no tenemos. Lo que sí queremos es regeneración, que haya publicidad en los contratos, mejorar en materia de transparencia, que los pueblos puedan tener banda ancha... Hablamos de administración electrónica, pero hay muchos pueblos que no tienen Internet. Además, yo soy emprendedor y creo que hay que ayudar a la gente que quiere poner negocios. Líneas rojas no hay, pero hay que hacer las cosas mejor de lo que se han hecho.

-Hay gente que dice que usted va a ser un presidente de paja en manos del PP. ¿Va a ser así?

-Nosotros tendremos libertad y tenemos la presidencia. Entiendo lo que pueda pensar la gente, pero me van a conocer dentro de poco. Yo tengo las ideas claras, estoy acostumbrado a trabajar y nunca he sido el títere de nadie. Tampoco lo voy a ser ahora. Creo que podemos cambiar las cosas y, dentro de poco, insisto, se va a ver que no soy el títere de nadie.

-¿Por dónde empieza la regeneración?

-Lo primero, vamos a abrir las ventanas. El tema de los contratos tiene que ser muchísimo más transparente; la publicidad en la web, también, y tenemos que estar más cerca de los ciudadanos. Nosotros somos personas normales y las puertas de la Diputación van a estar abiertas para todos, para toda la gente de los pueblos, sean del color político que sean. Creo que ha faltado comunicación y puede que haya faltado también un poco de humildad.

-¿Cree que existe clientelismo en la Diputación?

-No la conozco tanto por dentro, pero cuando alguien lleva muchos años en una institución se pueden crear cosas que no son del todo buenas para los ciudadanos. No sé si son redes clientelares, pero puede haber cosas. Vamos a abrir las puertas de la Diputación incluso a partidos que no están gobernando. Ayer estuve hablando con Ahora Decide, y me comentaron varias propuestas. Es un partido que tiene muchos pueblos, mucha fuerza, y ha llegado la hora de escuchar a todos y que la gente nos vea como personas que quieren trabajar. Lo haremos mejor o peor, pero la gente tiene que ver la voluntad de trabajar.

-¿Sigue pensando usted y sigue pensando Ciudadanos que las diputaciones tienen que desaparecer?

-Yo tengo mi opinión y ahora lo veré mejor porque voy a trabajar dentro, pero sí creo que hay que darle una vuelta a las diputaciones. Yo todo no lo voy a cambiar, pero queremos hacer mejoras, lógicamente.

-En su discurso habló de problemas casi endémicos para la provincia. Entre ellos, la despoblación destaca como uno de los más acuciantes. ¿Qué puede hacer la Diputación para resolverlo?

-La Diputación no tiene todas las competencias. Hay que contar con la Junta y tiraremos de ella, porque vamos a tener mucha fuerza. Yo creo que hay que poner alfombra roja para los emprendedores, dar facilidades a las mujeres que quieran montar empresas, dar ayudas para guarderías, traer de vuelta el talento que se nos ha ido fuera... Hay muchas cosas que no se han hecho. La Diputación no es la panacea, pero podemos influir de algún modo. Al menos, que la gente que hay no se nos vaya.

-¿Hoy en día es viable poner un negocio en un pueblo pequeño?

-Es viable, pero es muy difícil y hay que saber de dónde partimos. Hay muy poca población y es complicado, pero vamos a intentar revertir esa situación. A los emprendedores, lo primero que hay que ofrecerles son las condiciones necesarias. Si no, vamos a tenerlo muy difícil. Yo me comprometo a que vamos a poner las máximas facilidades para que los emprendedores se instalen en Zamora. Yo sé lo que cuesta, lo he vivido personalmente, y vamos a poner todos los medios.

-¿Cómo va a ser la relación de la Diputación con los principales ayuntamientos, teniendo en cuenta que los más grandes están en manos de la izquierda?

-Mi talante es de comunicación, de diálogo. Yo creo que tengo una buena relación con la gente, por mi forma de ser, y vamos a abrir las puertas a todo el mundo, sean de izquierdas, de derechas o de centro. Muchas veces se han mirado más las siglas que las soluciones, y tiene que ser al revés.

-¿A qué acuerdos han llegado sobre la estructura del nuevo gobierno?

-Hay que cotejar las cosas. Nosotros tenemos la presidencia, pero no se trata tanto de personas como de que haya eficiencia. No se trata de colocar políticos en puestos.

-¿La presidencia es suficiente para hacer contrapeso?

-Yo creo que sí. Además, mi percepción es que el Partido Popular quiere trabajar de verdad y que es honrado en ese sentido. Lógicamente, ellos tienen unas ideas y nosotros tenemos otras, pero hay que unir sinergias y llevar un buen proyecto a cabo.

-Izquierda Unida les envió un documento para buscar un pacto progresista en el que citaba la posibilidad de reducir el gasto político en un 30%. ¿Aplicará esa medida?

-Izquierda Unida nos mandó un documento; nosotros tenemos un acuerdo programático con el PP. Muchas de las cosas las compartimos, pero si te soy sincero no sé cómo está el tema de los sueldos. Miraremos si están acorde, pero no creo que sea lo más importante. Hay que solucionar los problemas reales de los zamoranos.

-El presidente de la Diputación gana prácticamente el doble que el alcalde de Zamora.

-El alcalde de Zamora se bajó el sueldo, me parece una medida correcta, pero también su mujer está cobrando de la Diputación. No sé qué medidas vamos a adoptar, pero nosotros, por ejemplo, vamos a controlar el coche oficial, porque no entiendo que se utilice dentro de la ciudad. Incluso por la provincia, a lo mejor, tampoco. Hay que controlar muchos gastos innecesarios.

-¿Como cuáles?

-Se ha despilfarrado un poquito de dinero en algunas áreas. Vamos a ajustar las cosas y ese dinero que, entre comillas, se está tirando queremos que revierta en los pueblos. Por ejemplo, hay algunos sitios donde el agua todavía se lleva en cisterna en pleno siglo XXI.

-De cara a partido, ¿haber alcanzado la presidencia le da cierta tranquilidad o el hecho de haber pactado con el PP le abre otro frente?

-Es muy difícil explicarle las cosas a todo el mundo. La mayoría de los afiliados sí lo ha entendido. Respecto a la fuerza, no he venido a perpetuarme en la política. Yo voy a estar cuatro años aquí y, a partir de ahí, hay mucha gente joven en nuestro partido. Gente con ganas a la que hay que dejarle paso. Uno de los puntos del acuerdo es que hay que limitar los mandatos a ocho años.

-De momento, en este mandato, hay varios diputados del PP que superan con creces ese periodo.

-Será a partir de ya. Por ejemplo, de cara a la presidencia, el PSOE nos propuso un candidato que superaba ese tiempo. Creo que no se habían leído nuestro documento y que no tenían muchas ganas de gobernar o de llegar un acuerdo con Ciudadanos.

-También a nivel interno, ¿llegar al poder les va a ayudar a tener una mayor estructura en la provincia y más candidaturas en las próximas municipales?

-La presidencia de la Diputación está para darle cobertura y servicios a todos los pueblos. Lo de las candidaturas es un tema interno nuestro. Nos tenemos que reestructurar, porque venimos de una dimisión de la directiva hace tres meses. ¿Quién nos iba a decir que íbamos a lograr estos resultados a pesar de todo? Vamos a organizar áreas, pero todo a nivel interno.

-Una de las últimas llamadas que recibió antes de la toma de posesión fue de Albert Rivera. ¿Qué le dijo?

Nos felicitó por el trabajo que hemos hecho. Es probable que aquí, dentro de pocos meses, hagamos un congreso nacional, y es un orgullo que te reconozcan el trabajo. Ojalá, dentro de unos meses, todos los ciudadanos nos feliciten y digan que la Diputación funciona.