Alrededor de unas 500 personas participaron ayer en la primera comida de convivencia de San Pedro, celebrada ayer, a partir de las 14.00 horas, en la zona del aparcamiento de caravanas situada en el bosque de Valorio e impulsada desde el Consejo Local de la Juventud.

En la explanada de la huerta de la Frontera se prepararon cientos de raciones de arroz a la zamorana que degustaron peñistas, de todas las edades y muchos de ellos identificados con sus coloristas camisetas que pueblan las calles de la urbe desde el pasado viernes día 21 de junio, junto con muchos vecinos de la zona y jubilados, que portaban gorras y sombreros para protegerse de las intensas radiaciones solares.

La organización había previsto repartir un millar de raciones, pero, sin duda, el sofocante, asfixiante e intenso calor desanimó a muchos a desplazarse hasta las inmediaciones del pulmón verde de la Bien Cercada.

No obstante, los cientos de personas que asistieron, una vez que ya tenían sus platos con el manjar tras aguardar la pertinente fila, buscaron las sombras existentes para sentarse a saborear el arroz a la zamorana mientras que disfrutaban de una variada animación musical a cargo de un lado, de una discoteca móvil, y por otro de una charanga Tropezón, integrada por jóvenes músicos, que ya a última hora de la tarde recorrió el centro de la ciudad. Los jóvenes intérpretes, muchos de los cuales también forman parte de varias de bandas locales, llevaron a cabo un itinerario que comenzó en la Plaza Mayor para proseguir hacia la calle de Santa Clara y las plazas de Castilla y León y del maestro Haedo, donde muchos zamoranos y forasteros se refrescaban consumiendo en las casetas instaladas.