"More clay, less plastic" (Más arcilla, menos plástico) es el sugerente título de la muestra itinerante con la que la ceramista italiana Lauren Moreira lleva años recorriendo en mundo para concienciar sobre el problema de consumo excesivo de plástico. La artista ha estado en el Museo Etnográfico de Castilla y Léon ofreciendo una charla donde ha hablado de cómo reducir el consumo de plástico.

-¿Cómo surgió la idea de poner en marcha este proyecto de concienciación llamado "More clay less plastic" (Más arcilla, menos plástico)?

-Todo se empezó a gestar en 2010, pero se hizo realidad en 2014 después de un viaje a Brasil en el que visité los lugares donde había vivido cuando era niña. Estaban llenos de basura. El problema es que en Brasil no tiene ninguna política para luchar contra el problema de los residuos, así que la gente tira los restos donde quiere. Como ceramista, pensé que era necesario hacer algo. Así que creé este proyecto para invitar a los alfareros a reemplazar el plástico por el barro que se estaba usando.

-Un proyecto que comenzó en redes sociales, concretamente, a través de Facebook.

-Empezó simplemente como un proyecto abierto en esta red social, porque lo que quería es que la gente me enviase sus ideas y así saber qué estaba pasando en otras partes del mundo. Recopilé todos los mensajes durante dos años y de ahí surgió la muestra. Una exhibición, que bajo el nombre de "Change in your hand" (El cambio está en tus manos), recopila una serie de piezas que la gente me ha mandado desde todos los rincones del planeta hechas con plásticos reciclados. Es una muestra en la que los visitantes pueden tocar y enamorarse de las piezas. Queremos mostrar una cerámica funcional, la que era parte de nuestra vida cuando no existía el plástico.

-Parece que poco a poco se va tomando conciencia del problema que supone el consumo excesivo de plástico.

-No estamos lo suficientemente concienciados. Se cree que no es un problema porque el plástico se puede reciclar, pero no es cierto. No todo puede ser reciclado. Además, en muchos países no hay plantas apropiadas para hacerlo, porque son caras. Muchas empresas, además, prefieren emplear plástico nuevo porque es más barato.

-¿Se hace lo suficiente desde las administraciones públicas para luchar contra la contaminación que genera el plástico?

-Los gobiernos podrían hacer más. Y eso que la Unión Europea ha aprobado una ley que prohibirá en el año 2021 la fabricación de plásticos de un solo uso. Sin embargo, no entiendo por qué se espera tanto para poner en marcha esta ley, aunque sea un primer paso en la buena dirección. Por eso es importante dejemos de consumir plástico. No hay que esperar a las leyes.

-Pero es complicado luchar contra un mundo en el que casi todo está hecho de material.

-Es cierto. Si miras alrededor todo es de plástico. En el supermercado todo está envuelto en plástico. Intentas comprar un pepino o un plátano y está envuelto en plástico. Cuando se envuelve la comida en plástico, se mata. Por eso hay que cambiar nuestra cultura.

-Aunque parece que las nuevas generaciones sí que se preocupan más por este problema

-Los jóvenes están cambiando. Se ha visto con el caso de Greta Thunberg, la estudiante sueca que ha logrado que miles de personas luchen contra el cambio climático. Se ha convertido en un símbolo. Sin embargo, antes de hablar del cambio climático, debemos mirar en nuestra propia cocina. Si no podemos cambiar nada en nuestro propio hogar, no vamos a poder cambiar el mundo.