Francisco José Requejo será el nuevo presidente de la Diputación Provincial de Zamora si todo sale según lo previsto durante el Pleno constituyente que se celebra este viernes en La Encarnación. Ciudadanos y Partido Popular han alcanzado un acuerdo de gobierno que concede el liderazgo a los naranjas, pero el poder absoluto a los populares. Todas las áreas de gestión estarán en manos del equipo de José María Barrios, que además asumirá cuatro vicepresidencias. A cambio, el líder del partido de Albert Rivera en Zamora tendrá en sus manos el bastón de mando. El veto de Requejo a Barrios ha durado seis días y ahora ambos dirigirán los designios de la provincia. Los naranjas prometen "regeneración y cambio". El Partido Popular, garantía de estabilidad.

Los partidos políticos con aspiraciones de gobernar la Diputación Provincial luchaban contra el tiempo durante la jornada de ayer. Con apenas 24 horas por delante para el Pleno constituyente, los actores apuraban al máximo para convencer a Ciudadanos, la indudable llave de este mandato. Como siempre a lo largo de las últimas semanas, el Partido Socialista parecía tomar ventaja para conseguir el apoyo de Requejo. Este último y Antidio Fagúndez se reunían en la mañana de este pasado jueves para concretar lo que debería ser un acuerdo programático, dada la buena predisposición para la negociación de la que ambos han presumido a lo largo de las últimas jornadas.

De manera paralela, Izquierda Unida y Partido Socialista alcanzaban un acuerdo de principios básicos para investir a un presidente del PSOE. El asunto no es baladí. Ciudadanos, a lo largo de la negociación, siempre se ha negado a sentarse con Miguel Ángel Viñas. Por lo tanto, Fagúndez, como aquel niño del anuncio de Coca Cola, ha tenido que lidiar con ambas partes por separado y tratando de ponerlas de acuerdo antes del Pleno de hoy.

Todo parecía zanjado, a falta de flecos, al filo del mediodía de la jornada de ayer. El Partido Socialista, incluso, había convocado una rueda de prensa en la que se presuponía el anuncio de un acuerdo a tres y también el nombre del candidato del PSOE a la Presidencia de la Diputación. Que a la postre será, por cierto, Manuel Santiago, teniente de alcalde de Puebla de Sanabria.

Sin embargo, los planes socialistas se torcieron cuando la aguja del reloj marcaba las cuatro de la tarde. Dos comunicados paralelos de Partido Popular y Ciudadanos anunciaban una convocatoria exprés para dar a conocer su acuerdo. José María Barrios había ganado la partida a Antidio Fagúndez y se había hecho con el disputado voto de Francisco José Requejo. Ambos comparecieron en el Parador de Turismo a las seis de la tarde. Juntos, pero no revueltos. Incluso, con caras de circunstancias. No era de extrañar. Apenas seis días atrás, el líder naranja acusaba a su homólogo popular de protagonizar "prácticas no mafiosas, pero sí ilegales" en el proceso interno de elección de su diputado y aseguraba que "no era el candidato idóneo por no estar a la altura".

Donde dije digo, digo Diego. "Lo que expuse es que queríamos un cambio y abrir las ventanas de la Diputación. El Partido Popular ha sido ahora flexible, hemos hablado y hemos solucionado lo que había que solucionar", respondía ayer Requejo cuestionado por sus palabras del pasado viernes. Una explicación que, a Antidio Fagúndez, no le sirve. El socialista compareció una hora más tarde, a las siete, para dar su versión. "Es Requejo quien tiene que decirle a la ciudadanía qué va a hacer ahora con todas esas grabaciones y pruebas de injerencias del PP que iba a llevar a la Fiscalía", retaba.

La gran pregunta durante toda esta sucesión de acontecimientos era por qué el Partido Popular y no el Partido Socialista. Y Francisco José Requejo, la respondió. "Al PSOE le falta un líder claro; tienen un problema interno que no quiero entrar a valorar, pero lo que le ocurre es que no existe un líder fuerte dentro del partido", zanjaba el futuro presidente de la Diputación. Además, aprovechaba para lanzar un dardo directo a Antidio Fagúndez. "He recibido una llamada de Tomás del Bien para felicitarme, algo que le agradezco personalmente", añadía.