Luis Segovia es una voz autorizada dentro del Partido Socialista y también en el conflicto que enfrenta a Tomás del Bien con Antidio Fagúndez. Por eso, la evaluación que hace de la situación que atraviesa la formación no ha pasado desapercibida. Para el alcalde de Morales de Toro, este episodio se asemeja al caso Antorrena de 1987. En aquella ocasión, el conocido desenlace fue que el PSOE perdió la Diputación Provincial de Zamora cuando tenía todo para gobernarla. "Ahora, es parecido", afirma tajante el histórico socialista. A dos días para el Pleno de constitución de la institución provincial, el PSOE está roto y el alcalde de Toro muy cerca de ser expulsado. Un clima nada proclive para la negociación de cualquier tipo de pacto de gobernabilidad en las apenas 48 horas que restan para la cita.

El papel de Luis Segovia en toda esta historia no ha sido fácil. Él era el candidato que la dirección provincial quería para ocupar el puesto de diputado por el partido judicial de Toro, pero los planes cambiaron cuando Tomás del Bien decidió dar un paso adelante y postularse en el proceso.

Los concejales de la comarca toresana eligieron en una votación no vinculante que fuera el alcalde de Toro y no el de Morales quien representara sus intereses en la Diputación Provincial, pero el PSOE no aceptó esta decisión y el resto, hasta el día de hoy, es historia. "No sé qué nos pasa, que cada vez que estamos a punto de tocar el poder en la provincia, alguien se revuelve y montamos un folklore", se queja. "Y lo que va a ocurrir, al final, es que nunca vamos a gobernar la Diputación", añade.

La realidad es que el Partido Socialista está partido en dos a 48 horas del Pleno constituyente de la Diputación Provincial y uno de los protagonistas, Tomás del Bien, se encuentra más fuera que dentro de la formación. Ayer mismo, el alcalde de Toro confirmaba a este diario que ya había recibido la comunicación de apertura del expediente de expulsión y mostraba su firme intención de presentar alegaciones para tratar de revocar una decisión que parece no tener freno. Mientras tanto, nada se escucha de pactos para gobernar la institución provincial. Que, sin mayorías, es de lo que se trata.