"Los discursos del odio: cómo combatirlos en medios y redes" fue la charla sobre la que se trabajó en la Escuela de Verano organizada por la Liga Española de la Educación para aprender a desmantelar aquellos comentarios que incitan a menospreciar a diferentes colectivos. "Lo que queremos es darles a los docentes las herramientas suficientes para que luego sean capaces de trabajar con ellas en clase", inició Edurne Grau, periodista, filósofa y patrona de la Fundación Cives.

Las claves que se ofrecieron en el taller desarrollado en el Colegio Universitario pasaban por el análisis de las fuentes o la autoría de los textos. "Hemos analizado ejemplos de noticias de portales digitales que son falsas, donde se ve perfectamente que con ello se construye un mensaje de odio", denunció Grau.

También diferenciaron los participantes entre esos portales y los medios profesionales. "En los primeros se ve claramente una falta de rigor y mentiras, donde se lanzan ideas ideológicas. Son más fáciles de desmontar, porque podemos ir a las fuentes y descubrir que no tienen, o analizar otros aspectos como que no contextualizan la información", puso como ejemplos.

De una forma "más velada" realizan estos discursos los medios tradicionales. "Al analizarlos, vemos cómo lanzan esa idea de odio, sobre todo cuando se centran en colectivos de inmigrantes", advierte. Por eso, uno de los puntos que más le preocupa a la fundación Cives es "el riesgo que ofrece el ir escribiendo ese imaginario que consiste en deshumanizar al otro, introduciendo gota a gota información que nos llega a hacer pensar que hay un grupo de personas que merecen menos respeto que nosotros y esto es peligrosísimo, porque la historia ya nos ha demostrado demasiados ejemplos de lo que pasa cuando creemos que las personas son inferiores y prescindibles", argumentó.

Estos conocimientos y herramientas sirven, por tanto, para "enseñar en los colegios a los alumnos que puedan analizar los medios de comunicación, tanto los tradicionales como los nuevos, e incluso en las redes sociales, y distinguir las noticias de los discursos de odio", subrayó.

Su compañero de la fundación Cives, Carlos Roldán, también participó en este foro de la Liga Española de la Educación en Zamora, apuntando que el propio receptor también debe autoanalizarse, ya que, "en parte de ese discurso de odio participa lo que uno tiene ya en su mochila, sobre todo emocional".

En este sentido, apuntó que todo el mundo tiene su parte de racista, machista u homófobo "y el discurso del odio potencia todo este bagaje", aseguró. "Lo primero que hay que hacer es reflexionar uno mismo, que es lo más difícil, aceptarse y reconocer lo que tenemos y pensamos. El germen está ahí", añadió.

Por eso, reconoció que estos aspectos son más sencillos trabajarlos con niños que con adultos, "porque todavía no tienen un discurso emocional elaborado y tienen una manera de ver el mundo", razonó. En cualquier caso, como añadió su compañera, "hay que trabajar desde la escuela para fomentar el diálogo y la convivencia", finalizó.