Este viernes se conocerá el nombre del nuevo presidente de la Diputación Provincial. Mientras tanto, a tres días para la toma de posesión, no es posible señalar a ciencia cierta quién será el dueño del bastón de mando y ni siquiera de qué partido será el nuevo dirigente. Lo que está claro, ya desde hace casi un mes, es que el voto de Ciudadanos será decisivo, y por ello el partido naranja se mantiene en su papel de receptor de propuestas y de eje de las negociaciones.

El partido dirigido por Francisco José Requejo, único diputado electo de la organización y actor decisivo, por tanto, de estas conversaciones, conserva su actitud prudente de las últimas semanas. De hecho, en un lunes en el que ya hubo contactos, Ciudadanos se limitó a reconocer que, efectivamente, las negociaciones han comenzado, tanto con el Partido Popular como con Izquierda Unida y PSOE. Sobre los detalles de esos encuentros, silencio.

De hecho, este lunes, el único que dio una pista sobre su postura fue el secretario provincial del PSOE, Antidio Fagúndez, que aclaró que la idea de los socialistas es que el candidato a la presidencia sea de su partido, por aquello de ser el que más representantes tiene dentro de la institución en el bando progresista.

De este modo, los socialistas rechazan, al menos de momento, la posibilidad de hacer presidente a Francisco José Requejo, una de las opciones abiertas para cerrar la negociación con Ciudadanos. Ahora bien, Fagúndez tampoco reveló el nombre del aspirante del PSOE al cargo. Tras su renuncia a concurrir al proceso y la expulsión de Tomás del Bien, la persona que pueda hacerse cargo de la nave socialista en la institución es una incógnita.

Sea como fuere, Fagúndez insistió en que lograr el gobierno en la Diputación es "lo más importante ahora" para el PSOE, más allá de su conflicto interno, y afirmó que están llevando a cabo un trabajo, tanto con Ciudadanos como con Izquierda Unida, para sacar adelante el pacto y acabar con los más de treinta años de mandatos del Partido Popular.

En lo que se refiere a IU, su coordinador provincial, Miguel Ángel Viñas, evitó hablar sobre los contactos que han mantenido hasta la fecha, en la línea de prudencia que siguen todos los implicados en el proceso, pero sí señaló que, este martes, los responsables del partido se reunirán para elaborar un documento que presentarán en la mesa negociadora con el PSOE y Ciudadanos.

Esta reunión interna servirá para que Izquierda Unida plasme sus propuestas y líneas rojas de cara a un posible pacto en la Diputación Provincial, un acuerdo que tendría que cerrarse en apenas tres días. Si Ciudadanos no alcanza un pacto con los dos partidos progresistas de la institución, el Partido Popular gobernará la institución de nuevo.

En cuanto a los populares, también continúan con su hermetismo. José María Barrios insistió este lunes en evitar pronunciarse sobre los detalles de las conversaciones mantenidas con Francisco José Requejo. El presidente provincial del PP recibió una dura crítica del dirigente de Ciudadanos el pasado viernes, pero aún mantiene su intención de lograr el bastón de mando provincial. Al menos, no ha trascendido otra cosa a nivel público. La realidad es que el hecho de ser el partido más votado hace que el tiempo corra a favor de la organización de centro-derecha, que confía en retener el poder en la provincia.

Para este martes se prevé que continúen las negociaciones a la espera de que Ciudadanos tome una decisión de manera definitiva. Por el momento, las reuniones se están llevando a cabo de forma privada, sin que trasciendan informaciones al respecto a los medios de comunicación y con una discreción por parte de la formación naranja que se traslada a todos los demás implicados. Nadie quiere meter la pata en unos momentos que son decisivos para el futuro político de la provincia durante los próximos cuatro años.