O.M.E. será condenado a once años de cárcel por el incendio de su vivienda en Pinilla en la tarde del 27 de abril de 2017, en el que murió su propia madre, después el acuerdo alcanzado por la Fiscalía y la defensa en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial.

La fiscal modificó sus conclusiones y rebajó las penas inicialmente solicitadas para el acusado, una vez de este reconoció ser el autor de los hechos y se conformó con la petición de diez años de cárcel por incendio y uno por homicidio imprudente.

La fiscal jefe apreció la atenuante de enfermedad mental, que influyó en el comportamiento del acusado, aunque no le impedía saber lo que estaba haciendo. La sentencia que dictará la Audiencia Provincial recoge también las indemnizaciones que debe abonar el condenado, 15.604 euros a una compañía de seguros, 2.147 a uno de los vecinos y 272 a otro.

Los hechos que llegaban ayer a juicio sucedieron a las 19.00 horas del 27 de abril de 2017 en el número 2 de la calle Fuenlabrada de Pinilla, cuando el acusado llegó a su casa, se tumbó en el sofá del salón que estaba cubierto con una colcha que perteneció a su padre fallecido, del que no quería saber nada. Ni corto ni perezoso prendió fuego con un mechero a una esquina de la colcha, aunque rápidamente las llamas pasaron al sofá y el resto del salón.

En ese momento llegó a la casa la madre, quien intentó apagar el incendio, sin éxito. Ante las llamas y el intenso humo el autor del incendio huyó del piso al descansillo de la escalera, mientras la madre buscó refugio en una habitación y gritó pidiendo auxilio por la ventana.

Avisados los bomberos llegaron al edificio, afectado por las llamas y el humo y comenzaron las tareas de extinción. Cuando llegaron al dormitorio encontraron a la madre inconsciente y en parada cardiorespiratoria, por lo que la trasladaron rápidamente al hospital Virgen de la Concha. Con quemaduras de segundo grado en el 80% de su cuerpo la mujer fue derivada al Hospital Río Ortega, de Valladolid, donde falleció cuatro días después del suceso, el 1 de mayo.

El fuego causó daños en el inmueble y de hecho los vecinos de las seis plantas del edificio fueron evacuados y no pudieron regresar hasta que los técnicos constataron que la estructura no estaba afectada.

El hecho de llegar a conformidad evitó la celebración del juicio y la declaración de una treintena de testigos, entre policías, bomberos, vecinos y peritos.