Como cada martes de Pentecostés, y acompañada por decenas de fieles, la Virgen del Yermo se paseó un año más ayer por las calles del barrio de San Lázaro de la capital. Entre flores y repiques de campana, la imagen recorrió las calles de Zamora entre evidentes muestras de fervor de quienes esperaban para ver desfilar la talla, una imagen reformada por Ramón Álvarez a finales del siglo XIX y a la que acompaña un Niño Jesús salido del taller del imaginero zamorano.

LaVirgen estuvo acompañada durante todo el recorrido por la asociación de tamborileros zamoranos, que al son de su música marcaron el desarrollo del desfile.

Nuevas andas

Escoltada por los niños y niñas que este año han recibido el Sacramento de la Primera Comunción, la imagen recorrió la cuesta de la Morana, la carretera de la Hiniesta, calle San Lázaro, El Sol, plaza del Mayo, La Tahona y calle Obispo Nieto, antes de retornar al templo donde es venerada durante el resto del año.

Poco antes de regresar al punto de partida, sin embargo, tuvo lugar uno de las tradiciones más populares del desfile; la subasta de andas, un concurso en el que los devotos pujan por llevar la imagen de la Virgen sobre sus hombros.

Este año además, se da la circunstancia de que la imagen estrenaba nuevas andas, realizadas en estructura curva, lo que ha permitido, según han explicado desde la asociación, que el banzo entre y salga para que en la zona del centro pueda situarse un nuevo cargador, lo que implica que la imagen de la Virgen se eleve unos quince centímetros más.

Como broche final, la asociación de vecinos de San Lázaro repartió en su sede un plato de arroz con leche, punto y final a las fiestas patronales del barrio por este año.