El experto César Bona, considerado el mejor profesor español y uno de los mejores del mundo, regresó ayer a Zamora para impartir dos conferencias. La primera, efectuada ayer, estuvo destinada a docentes y estudiantes de la Escuela de Magisterio en el Campus Viriato de la capital; mientras que la prevista hoy, a las 10.30 horas, es para el público general en el Colegio Universitario. Ambas las ha organizado Apego Lácteo

-En los últimos tres años ha dejado un poco de lado las aulas para ofrecer conferencias y charlas por España y América Latina.

-Ahora no estoy en el aula, pero estoy hablando cada día con decenas de personas, unos docentes y otros no, preocupados por la educación. Tengo la suerte de viajar y de conocer otros contextos diferentes de los se habla en el aula. Esta nueva perspectiva me ayuda a recordar cosas tan básicas como que la escuela no es una burbuja. Es muy bonito pararte a escuchar a personas que no son educadores y descubrir que cada uno tiene su historia, que todos somos diferentes y que todos podemos aprender de todos.

-Usted defiende, en sus conferencias y textos, que la escuela debería ser un lugar al que a los niños les apetezca ir y sean felices, pero no siempre es así.

-La realidad no siempre es así, pero, en mis viajes a lo largo de estos tres años, he descubierto que sí hay muchas escuelas en donde se tiene esta perspectiva. Son experiencias de personas anónimas que están siendo muy positivas. Si tú vas a trabajar a gusto, rinde más. Tenemos que hacer una analogía con los niños y reflexionar sobre ello.

-Quizá un razonamiento que no tenemos tan presente porque no nos podemos en los zapatos de los niños.

-Muchas de las decisiones que se toman en educación están tomadas desde un punto adultocéntrico, cuando hay que viajar a ese momento en el que eras niño o niña o bien adolescente para entenderles un poco mejor. Simplemente se trata de recordar que tú has sido antes un niño y adolescente y qué sentías, qué pensabas y cuáles eran tus inquietudes.

-Habla de las personas que toman las decisiones en el ´´ ámbito formativo, pero ¿conocen la realidad de las aulas?

-En el momento en el que uno generaliza se está siendo injusto, por lo que no puedo decir ni sí, ni no. Es necesario que conozcan la realidad, que conozcan la opinión de las familias, que conozcan la opinión de los docentes y que no se olviden de la opinión de los niños y de los adolescentes que son los grandes protagonistas y muchas veces, en esas grandes decisiones, son los grandes olvidados. Ya lo decía Sócrates a sus pupilos que hablasen para que él los conociera. Hay que conocer a las personas a las que los adultos educamos. Es muy importante escucharles y preguntarles por sus inquietudes. Además, ahora se quieren a adultos que se impliquen y que den pasos adelante, eso también se educa y no aparece de repente. Se educa dando voz, escuchando e invitando a participar en la sociedad.

- Usted postula que "juntos sumamos la sociedad educa, las familias y los niños". ¿Estos tres pilares se conjugan bien?

-Hay cinco o seis patas. Están los niños, los docentes, las familias, está la administración que también ha de ser más flexible para comprobar las cosas que funcionan y animarlas, y la propia sociedad. La educación nos incumbe a todos. No hay que poner el peso solo en la escuela o la familia cuando también incumbe al periodista que da relieve a ciertos aspectos de la noticia o al juez que toma decisiones o a una persona que delante de un menor arroja un chicle en el suelo o que apoya los zapatos en el asiento de enfrente en el tren. Todos educamos y es algo de lo que tenemos que tomar conciencia.

-Y ¿por qué se circunscribe a padres y colegio?

-Realmente no lo sé. Se trata de abrir ojos. Hablamos mucho de los líderes del futuro, pero antes tenemos que pensar en los niños del presente. Hemos de pensar en el ejemplo que le hemos de dar y como adultos tenemos que educarlos en el compromiso en la sociedad, en el compromiso hacia la naturaleza... pero esos aspectos tienen que comenzar en nosotros mismos que somos sus referentes.

-¿La ecología debe formar parte de la formación?

-Es obvio. Tenemos que entender de una vez que la Tierra no es nuestra. Es mentalizarse de que somos parte de la Tierra y que no es ninguna tontería lo que está pasando. Además, tenemos que formar a los niños y niñas del presente en las cualidades que queremos que tengan en el futuro. Hablamos del respeto a uno mismo, del respeto a los demás, a las diferencias, al medioambiente ... unas herramientas que se dan por hechas y precisamente porque eso, no se les da el peso que deberían tener, aunque hay muchos sitios donde sí se hace. Tenemos que recordar las cosas verdaderamente importantes de la vida y educar hacia ellas.

-La formación emocional está en boga. ¿Hay que incluirla?

-Hay quien dice que es una moda. Las modas pasan, pero las emociones forman parte siempre del ser humano. Las decisiones más importantes están tomadas desde las emociones, desde la ira, desde la frustración, unidas a la razón.

-El acoso que sufre algunos niños es una realidad en muchos centros.

-El acoso hay que erradicarlo, pero antes hay que hacer todo lo posible para prevenirlo y se hace educando en el respeto a la diferencia y dando tiempo en las escuelas para que los niños se conozcan unos mejores a otros, pues al conocer a las personas desaparecen tus prejuicios.

-Tiempo de los alumnos para conocer y también de los profesores, muchas veces interinos, para conocerles.

-Unos profesionales que hacen un trabajo maravilloso y que deberían de ser mantenidos en su puesto, pues, a veces, al irse una persona el proyecto se rompe. Se trata de hacer equipo y es un reto de difícil solución, pero no por eso imposible. Es necesario que pensemos que todo lo que hagamos en el ámbito educativo tiene que ser lo mejor para nuestros niños y nuestras niñas.

-¿Qué opina del Informe Pisa y de las estadísticas en el campo educativo?

-Nunca podemos convertir a un grupo de niños en estadísticas. Las estadísticas son necesarias para mejorar, no para convertir la educación en una especie de competición deportiva. Son necesarias porque todos evaluamos en la vida porque eso significa que mejoramos, pero no podemos convertir la educación en una carrera por ver el puesto que se logra.

-¿Deberes sí o deberes no?

-Tendemos a dicotomizar cuando hay muchas más opciones. Tenemos que pensar qué tareas estamos mandando, para quiénes, cuándo, pues el fin de semana igual que los adultos quieren descansar los niños también, y si con eso tienen ganas de volver al día siguiente.

-Desde su punto de vista ¿qué reto tiene por delante la educación?

-El reto es que todos sumamos.

-¿Incluido un pacto nacional en pro de la formación?

-Claro está, pero cuando los políticos lleguen a ese pacto que piensen sobre las cosas importantes, que no sea solo decir que han llegado a un acuerdo. Lo importante es saber en qué están de acuerdo porque ahora el compromiso con la sociedad y el medioambiente son fundamentales.