Los ecos del examen de matemáticas en la Comunidad Valenciana y las múltiples quejas entre los estudiantes por su elevada dificultad parecen que -de momento- no tendrán repercusión entre los alumnos zamoranos. Y es que las dos primeras pruebas de la EBAU -antigua Selectividad- que se realizaron ayer sobre las materias de lengua castellana y literatura e historia de España han sido "asequibles", según los protagonistas.

"Siempre te ponen esta prueba peor de lo que es y luego no es para tanto", asegura con total tranquilidad Eduardo Rivas, del IES María de Molina, quien confiesa que él llegó al examen con solo unos bolígrafos. "Mucha gente viene demasiado nerviosa y está hasta última hora repasando, lo que no sirve para nada", considera este estudiante que aspira a entrar en el nuevo grado de Estudios Globales, que se imparte en inglés y solo cuenta con cuarenta plazas.

También hay gente que vuelve a "enfrentarse" a esta prueba para mejorar su nota. Es el caso de Irene Figueruelo, del IES María de Molina. "Repito la EBAU porque no me dio la nota para la carrera que quería el año pasado y no me gusta mucho la que estoy haciendo", explica. Por ese motivo, dejó las asignaturas del segundo cuatrimestre de Ingeniería Informática para segunda convocatoria para prepararse estos exámenes y lograr así el 11 que se pide para entrar en Física. "Ahora he estudiado de otra manera, centrándome más en lo que suele caer todos los años anteriores y utilizando mis apuntes del curso pasado", señala.

Una buena opción, puesto que, por ejemplo, por tercer año consecutivo, en el examen de lengua castellana y literatura se preguntó por "La novela de 1939 a 1975. Camilo José Cela y Miguel Delibes", para muchos una opción más asequible que la de "La poesía en el Novecentismo, las vanguardias y la Generación del 27. Juan Ramón Jiménez", uno de los temas más largos de la asignatura.

Así lo hizo Jesús Martín, del IES Aliste para El País sobre gestación subrogada que la alternativa de Álex Grijelmo, también para El País, sobre la ortografía en la actualidad. "De lengua me había estudiado todo el temario, pero de historia no, por eso elegí la opción A", señala. En ella tuvo que plasmar sus conocimientos sobre romanización, la Paz de Utrecht, la Constitución de 1812 o el Estado Franquista. La otra opción pasaba por la desamortización de Mendizábal, la Segunda República o la dictadura de Primo de Rivera.

"He estado estudiando toda esta última semana sin salir apenas de casa para nada. Quiero hacer Matemáticas en Salamanca y necesito un 11,5 de nota. En Bachillerato tengo casi un diez, así que si el resto de exámenes me salen bien como estos primeros, espero conseguirlo", aspira este estudiante.

Su compañera Sheila Leal también coincide en señalar que las primeras pruebas no han sido tan complicadas como esperaba. El pero lo pone en el tiempo que ofrecen para lengua, que considera "escaso". Ella espera cumplir su objetivo de entrar en Magisterio en la escuela de Zamora.

Coincidiendo con este primer día de las pruebas de evaluación de Bachillerato en Castilla y León, la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, anunció que próximamente se establecerá un equipo técnico que tendrá como cometido explorar las posibilidades que permitan garantizar la "equidad" en la EBAU en las distintas comunidades autónomas, lo que "no significa una prueba exacta" para todas ellas, según recogió la agencia Ical. Se trataría de un paso más en la petición que arrancó hace ya dos años desde la Asociación por un Acceso a la Universidad en Igualdad, creada en Zamora.

Esta medida ayudará a evitar posibles privilegios según la procedencia geográfica, una de las trabas que afecta especialmente a Castilla y León, donde estos exámenes son más exigentes que en otras comunidades. Celaá dejó claro que trabajará para "garantizar la equidad, lo que no significa una prueba exacta para todas las comunidades autónomas, pero sí una que tenga el mismo grado de dificultad".

Por ello, anunció que se configurará un equipo técnico que tenga como objetivo "identificar si ha habido diferencias que afectan a la equidad" en la EBAU y "trabajar en la mejora para garantizar la equidad en las pruebas, lo que significa que tengan el mismo grado de dificultad".

Ese grupo será "forzosamente mixto", al contar con personal del Ministerio de Educación, las comunidades autónomas y las universidades, y aclaró que contar con una prueba de acceso a la universidad "exacta" en todas las comunidades supondría un "empobrecimiento del currículum".