Teresa consiguió el delantal dorado que le otorgaba la inmunidad y el chef Jordi Cruz le retó a demostrar sus dotes culinarias ante nueve siglos de historia. Se refería a la Catedral de Zamora, "una de las provincias con más encanto de Castilla y León", que ayer fue el escenario de lujo del último programa de MasterChef emitido en La 1 de Televisión Española.

"Zamora tiene el récord mundial de iglesias románicas en una ciudad, nada menos que 22, un majestuoso puente de Piedra y un castillo rehabilitado a la perfección". Con unas preciosas imágenes aéreas de la Catedral, los jardines del Castillo y el río Duero, el espacio televisivo presentó a la ciudad de Zamora como Capital Europea del Románico, título que ostenta gracias al "patrimonio único" que atesora.

"Aspirantes, bienvenidos a los jardines de la maravillosa Catedral de Zamora", comenzaba Pepe Rodríguez. Según explicó el afamado cocinero y miembro del jurado, la dirección del programa se había decantado por el templo zamorano para la localización de la prueba por equipos no solo por la belleza de la Seo sino también por su fortaleza, una virtud que deberían de poseer los concursantes en la recta final del popular concurso culinario. "La Catedral de Zamora tiene 900 años de antigüedad y ha sobrevivido a un incendio y a un terremoto", recordaba.

Además de la innegable promoción del imponente patrimonio monumental de la ciudad, la emisión de la gala rodada en parte en el casco antiguo de la capital sirvió para que Zamora exhibiera en la pequeña pantalla en horario de máxima audiencia todo su potencial gastronómico. Una cocina de 10 para el programa número 10 de la séptima temporada. Tras la expulsión de Carmen la semana anterior, los seis últimos aspirantes volvieron a batirse en los fogones para continuar una semana más en el concurso. Tanto es así que en el primer reto, los concursantes lucharon por el codiciado delantal dorado que finalmente logró Teresa con su "Le Carré d'Or", el mejor plato de cordero elaborado siguiendo los consejos de Pepe Chuletón, experto en carnes.

Pese a la inmunidad conseguida, la fotógrafa gallega también tuvo que participar en la prueba de exteriores grabada en la plaza de la Catedral de Zamora junto a sus compañeros Aleix, Carlos, Aitana, Samira y Valentín. De hecho, ella fue la capitana de los dos equipos, los cuales tuvieron que elaborar en apenas 140 minutos sesenta raciones de los cuatro platos que componían un exquisito menú zamorano. De entrante, un hummus de manzana asada con sesitos de lechazo en tempura y vinagreta de pistacho. De primero, steak tartar de ternera de Aliste con patata suflé. De segundo, bacalao a baja temperatura con pimientos al carbón. Y de postre, nectarina al vino de Toro con helado de queso zamorano.

Un menú de alta cocina protagonizado por alimentos tradicionales zamoranos avalados por su calidad como la ternera de Aliste, los garbanzos de Fuentesaúco, el lechazo de Castilla y León, los pimientos de Fresno-Benavente, el queso zamorano, el chorizo zamorano y el vino de Toro; y certificados por el sello de garantía Tierra de Sabor de la Junta de Castilla y León. "Vaya pintón de platos, eh, madre mía", exclamaba Aleix, uno de los favoritos para ganar el concurso. "Oye, cómo es el sabor de esta tierra, maravilloso", apostillaba Jordi Cruz mientras probaba el chorizo zamorano.

Los hermanos Pedro Mario y Óscar Pérez, dueños del restaurante El Ermitaño, el único con estrella Michelin de Zamora, fueron los encargados de supervisar el cocinado, controlado a su vez por los miembros del jurado Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz. Los tres no dudaron en elogiar la labor de los zamoranos al frente de su restaurante en Benavente durante los últimos treinta años pese a las adversidades vividas por el negocio, como el incendio que asoló el establecimiento hostelero.

El menú, un homenaje a los agricultores y ganaderos del medio rural

Después de achicharrar los pimientos o quemar el helado de queso zamorano, finalmente el menú elaborado por los aspirantes pudo ser degustado en el claustro catedralicio por los comensales: sesenta agricultores y ganaderos zamoranos del medio rural. "Queremos que este almuerzo sea un homenaje a todos los ganaderos y agricultores de Zamora y del resto de España. Gracias a vuestro esfuerzo y buen hacer, podemos disfrutar de manjares que tenemos en el menú de hoy. Espero que los aspirantes hayan sabido cocinarlos con el mismo mimo que vosotros los producís", expresaba Samantha Vallejo-Nágera.

La comida también contó con la presencia de otros invitados como Milagros Marcos, consejera de Agricultura y Ganadería, el arquitecto Paco Somoza, la guía turística Estrella Torrecilla y los máximos responsables de las denominaciones de origen de los alimentos zamoranos. Embajadores todos ellos que ensalzaron el patrimonio arquitectónico y gastronómico de Zamora. "Es indescriptible, más de veinte iglesias románicas en pie, un montón de muralla conservada, una estructura urbana que perfectamente recuerda y memoriza todo lo que ha sucedido a lo largo de la historia en este lugar... En fin, un lugar inexcusable para venir", resumía Paco Somoza. Por su parte, Estrella Torrecilla enumeraba algunos de los encantos gastronómicos sin olvidarse de uno de los platos más típicos. "Tenemos nuestro propio arroz a la zamorana con productos del cerdo. Hay que probarlo", apuntaba.

Ya de vuelta a plató, Martín Berasategui, el chef español con más estrellas Michelin (10), presenció la prueba de eliminación en la que de forma histórica ningún concursante fue expulsado. Así, además de dejar un buen sabor de boca tanto a los comensales como a los aspirantes, cabe destacar que este "MasterChef a la zamorana" fue visto a través de la pequeña pantalla por 1,6 millones de espectadores. Un dato de audiencia que a buen seguro contribuirá a la promoción de una ciudad y provincia que también sabe conquistar a quienes la visitan por el paladar.

Puedes recordar algunas de las imágenes del programa en esta galería y del exquisito menú zamorano en este enlace.