Cuatro siglos de continua devoción del pueblo zamorano a la Virgen del Tránsito, a la Virgen Dormida, una de las advocaciones marianas con mayor fervor de la diócesis, centra la exposición "Tránsito", inaugurada ayer en la sala de exposiciones de La Encarnación con motivo de la celebración del IV centenario de la imagen de Nuestra Señora del Tránsito.

La muestra la integran más de 300 piezas, muchas de ellas hasta ahora nunca exhibidas para el gran público y procedentes de "un sinfín de comunidades religiosas y particulares que han querido poner su granito de arena", aunque "la pieza más importante de la exposición no está en ella, sino que está en nuestros corazones y espera nuestra visita en el convento del Tránsito" concretó ayer en la inauguración Francisco Iglesias Escudero quien, con Bernardo Medina Garduño y con José Ángel Rivera de las Heras, ha recibido el encargo de la comunidad de religiosas clarisa de llevar a cabo la exposición conmemorativa de la efeméride.

Uno de los elementos más antiguos y que nunca se había visto corresponde al baúl de la Virgen, "donde se guardan sus trajes y que perteneció a una dama del séquito de Margarita de Austria, esposa de Felipe III", que se conserva perfectamente y que "presenta un magnífico estado tanto el terciopelo rojo como los herrajes" concretó Francisco Iglesias.

Entre las piezas que se han puesto a punto ex profeso para "Tránsito" figuran dos planchas de grabados del siglo XVIII que se han limpiado, eliminando el óxido que presentaban. Las láminas, exhibidas una vez mejoradas, se han utilizado para, siguiendo la técnica tradicional con materiales actuales, realizar una tirada limitada de treinta estampaciones en papel de alta calidad. Las unidades, recuerdo del 400 aniversario de la imagen, pueden adquirirse hasta el próximo día 16 de junio en la propia exposición.

"Tránsito" arranca con la fundación de la comunidad religiosa, en enero de 1597 en la antigua casa de los Osorio-Carbajal, mientras que el segundo apartado está centrado en la aparición de la Virgen, mientras que el tercer capítulo aborda la llegada del Nacimiento y el milagro de las manos, una de las curiosidades descubiertas recientemente. De estos primeros ámbitos los comisarios destacan el Libro Pequeño de Elecciones, y el Libro de Asiento de la comunidad, uno de 1597 y otro del siglo XVIII, "donde aparecen los sucesos prodigiosos del hallazgo de la imagen y la llegada del Nacimiento con una manos de más para la imagen que dan origen a la interpretación milagrosa de la llegada del segundo par de manos de la Virgen" . Estos tomos originales "son copia del Libro Becerro que se requisó a la comunidad en la Desamortización de Mendizábal y que ahora se encuentra en el Archivo Histórico de Madrid", desgranó Iglesias quien ejemplificó que "la complexión y la anatomía de las piezas del Belén son hermanas de las manos de la Virgen".

Las salidas procesionales de la imagen, la última efectuada en 2011 con motivo de la clausura de los días en las diócesis de la Jornada Mundial de la Juventud, se ilustran con un audiovisual que da paso al ropero de la Virgen, constituido por verdaderos tesoros de la indumentaria y de la orfebrería.

Las joyas, donaciones de fieles que recibieron el favor de la Virgen del Tránsito, "reflejan el paso de la historia a través de la joyería española mediante lanzaderas o pendientes que la imagen ha recibido desde el siglo XVIII hasta el momento actual" condensó Francisco Iglesias en tanto que Bernardo Medina resaltó "las pulseras isabelinas que sitúan las monjas en sus manos para enlazar con la ropa". Junto a la vitrina de joyería el visitante puede ver en otro expositor varias sandalias, entre ellas unas de plata sobredorada de mediados del XVIII que presentan como única decoración la luna y el sol en sus platas, la representación del Universo material a los pies de María o una arqueta de plata cincelada y burilada con marcas de Zamora del siglo XVI.

Un repaso por la historia del vestido y la joyería

En el espacio destinado al ropero de la Virgen figuran dos apartados, por un lado la ropa de luce la propia imagen y sus piezas de cama. A este último tipo pertenece unas colchas con los colores de la enseña nacional, regaladas al concluir la Guerra Civil. A mayores, los comisarios han efectuado una selección de los extraordinarios trajes de la imagen en un repaso a la historia de la indumentaria, ubicada en el presbiterio del antiguo templo.

Dos réplicas ejemplifican la devoción existente al Tránsito a nivel particular y conventual con tallas procedentes del convento de las Concepcionistas y del Museo Diocesano. Ambas aparecen rodeadas de distintos grabados del XVIII "muy populares y a veces adornados con labores que recuerdan a la indumentaria tradicional", comentó Iglesias. El último tramo expositivo reúne documentos musicales, fotografías del tercer centenario o de la procesión extraordinaria de 1939 para festejar el fin de la Guerra Civil o publicaciones que han tenido como protagonista al Tránsito. Una interpretación pictórica de la imagen de Antonio Pedrero, procedente de Madrid, y el pabellón con la corona, regalada en el XIX por el obispo Tomás Belestá y que días antes del inicio del novenario se sitúa en el presbiterio de la iglesia conventual despiden la muestra mariana.