Las municipales están consideradas como elecciones de segundo orden en España. Aspectos como la influencia de los mensajes nacionales, la presencia de los grandes líderes en la campaña o la concepción de estos comicios como una segunda vuelta de las generales celebradas un mes atrás sirven para reforzar esa teoría. También el menor interés que suscitan entre los electores. El pasado 26 de mayo, la participación alcanzó un 65,2% en el conjunto del país, diez puntos menos que en la votación del 28 de abril.

En el caso de Zamora, la participación también disminuyó, pero lo hizo en un porcentaje mucho menor. Un 73,19% de los habitantes de la provincia llamados a las urnas ejerció su derecho el 26 de mayo, solo 1,6 puntos por debajo del dato de las generales. Además, si se profundiza en esta cifra, se puede percibir una realidad: la bajada se debe exclusivamente al mayor desinterés que genera el proceso local en los grandes núcleos.No en vano, la participación con respecto a las generales baja en los seis municipios con mayor número de habitantes de la provincia

. Morales del Vino lidera esta pérdida de votantes, con diez puntos menos el 26 de mayo que el 28 de abril. Le siguen Zamora capital (9), Benavente (9), Moraleja del Vino (9), Villaralbo (5) y Toro (4).

Entre estos seis municipios acumulan en torno a 78.000 electores de un total que roza los 149.000. Es decir, suponen más de la mitad de todo el censo de la provincia, por lo que compensan la otra realidad, la que se da en las comarcas y que revela que, en más de 200 pueblos de Zamora, la participación electoral subió el 26 de mayo en relación con lo ocurrido el 28 de abril.

En realidad, si entre los seis grandes municipios mencionados anteriormente la pérdida de unos comicios a otros alcanzó los 6.500 votantes y la bajada en el conjunto de la provincia apenas alcanzó los 2.400, eso quiere decir que, en el resto de los pueblos, Zamora recuperó 4.000 papeletas para crecer en la cifra de participación. Todo ello, es cierto, con un censo diferente, aunque el voto extranjero fue ciertamente residual el 28 de abril.

De este modo, al bucear en las cifras que ofrece el Ministerio del Interior, se pueden observar subidas de participación muy notables de unos comicios a otros en municipios como Justel, con treinta puntos más, Torres del Carrizal (27), Santa Eufemia del Barco (23), Pobladura de Valderaduey (21) o Gamones (20). En algunos de estos casos se detectan pueblos en los que poco más de la mitad de los electores pasó por las urnas en las generales, mientras que, cuatro semanas más tarde, a la hora de elegir al alcalde de su pueblo, la afluencia superó el 80%.

En el lado contrario, dentro de los municipios que restan participación al global de la provincia en relación al proceso anterior, aparecen algunos pueblos más de tamaño considerable, como Santa Cristina de la Polvorosa o Roales del Pan, donde el número de votantes desciende en nueve puntos porcentuales. Quizá, bajo la influencia del hecho de ser una localidad que ha crecido al abrigo de familias que no proceden del pueblo, lo que merma el interés por la elección del alcalde.

Sea como fuere, la realidad es que, aunque la participación en la provincia descienda desde el 28 de abril al 26 de mayo, los pueblos siguen dejando patente un interés superior por los gobiernos de cercanía.