Hace años, la mayoría absoluta era el común denominador en la mayoría de los ayuntamientos. Aunque ahora parezcan tiempos muy lejanos, los electores tenían que repartir sus votos entre solo unas pocas opciones. El Partido Popular y el PSOE siempre han estado ahí, acompañados en algunos ayuntamientos por unos pocos representantes de Izquierda Unida.

Así las cosas, lo normal era que o bien PP o bien PSOE gobernaran ayuntamientos e instituciones por mayoría absoluta, sin necesidad de llegar a pactos y, como tónica general, alternándose en el poder. Sin embargo, el panorama político cambió hace años. Con el nacimiento de Podemos y la presencia nacional de Ciudadanos -el partido naranja era una formación catalana hasta hace no tanto- la fragmentación política llegó a ayuntamientos, diputaciones, parlamentos regionales y también a las Cortes Generales.

Las mayorías absolutas son, así las cosas, un fenómeno en peligro de extinción. La fragmentación del voto es la tónica dominante en toda España. Es decir, los electores obligan a sus representantes políticos a llegar a pactos para poder gobernar. Esto sucede en todas las capitales de provincia salvo en tres: se trata de Soria, Huelva y Zamora.

Solo en estas tres cabeceras provinciales puede decirse que ya hay alcalde. En el caso de Soria, Carlos Martínez ha conseguido la mayoría absoluta con 12 concejales, suficientes para gobernar sin necesidad de pactos con otros partidos un Pleno que componen 21 personas. En Huelva también gobernará el PSOE y lo hará gracias a la victoria de Gabriel Cruz. El candidato consiguió ganar las elecciones y logró 14 concejales, los justos para gobernar un Pleno de 27 ediles.

Catorce son también los concejales que ha conseguido Izquierda Unida en Zamora, pero con una diferencia. Los 14 de Zamora son porcentualmente más que los 14 de Huelva, y también son más los votos que ha conseguido Guarido (cerca del 50%) si se le compara con el regidor onubense (45%). Un porcentaje de votos similar al de Guarido ha cosechado Martínez en Soria.

Puede decirse, con este panorama, que la de Guarido es la más consolidada de las tres mayorías existentes en las capitales de provincia españolas. Es la única, además, que escapa del tradicional "reparto" del bipartidismo.

Evidentemente, las mayorías absolutas son mucho más frecuentes en los pueblos. El reducido número de concejales y el hecho de que suelen ser, como mucho, tres los partidos que concurren a las elecciones facilita las cosas. Hay pueblos en los que la mayoría está decidida antes de las elecciones al haber solo una lista. En Zamora, sin ir más lejos, 231 municipios tienen mayoría absoluta. La mayoría, 145, son del PP. El PSOE es segundo con 55. Eso sí, ninguno empaña el triunfo de IU en la capital.