Sayago cumplió con las votaciones municipales, autonómicas y europeas con normalidad aunque fueron evidentes los signos de envejecimiento y despoblación en muchos detalles. En no pocas mesas de la comarca las urnas quedaban supergrandes porque el número de votantes apenas si rebasaba el centenar o sumaba unos contados cientos. Es una plasmación de la despoblación que sufre el medio rural: cuesta trabajo hacer candidaturas y, además, hay pocos votantes y muchos de avanzada edad, que se desplazan desde sus respectivos pueblos a las mesas electorales merced a familiares, a vecinos que tienen vehículo o haciendo uso del transporte público dispuesto para la ocasión. Allí donde ayer se celebró misa, que también es otro signo de la pérdida demográfica que afecta al medio rural porque no todas las iglesias se abren los domingos a los feligreses, la asistencia al templo motivó una corriente de votantes a las urnas. En el resto fueron acudiendo sin prisa y con parsimonia.

"Solo hay tres urnas y se presentan candidaturas de cinco partidos. Entonces o dos se quedarán sin poder votar o deberán votar a otros" reflexionaba un vecino de Luelmo de Sayago enfrascado en atender un pequeño huerto una vez que depositó sus papeletas en las correspondientes urnas. Y es que en Luelmo a los candidatos del PP y PSOE se sumaron en estos comicios Podemos, Ahora Decide y Partido Regionalista del País Leones (Prepal). En la mesa de Formariz, que acogía a los votantes de Formariz, Cibanal, Pinilla de Fermoselle y Fornillos, fueron llegando los votantes tranquilamente, y algunos a tiempo para probar, si así lo querían, un bollo casero preparado por una vecina (de nombre Argentina) y que, junto con el café, puso a disposición del personal de la mesa, a sabiendas de las características de la jornada.

Fermoselle ofreció ayer una concurrencia muy comprometida porque este año entró en liza la nueva formación emanada de la Plataforma Fermoselle Atrévete, añadiéndose a la savia del PP, PSOE y Ciudadanos. Tanto en la mesa de Santa Colomba como en la del Ayuntamiento los votantes iban engordando las urnas y, como es típico, disfrutando del tapeo en los bares próximos. Algunos, sin perder de vista el campo y preocupados por la falta de agua.

En Bermillo de Sayago hubo que echar una mano a una pareja que "votó" en la cabina, y a quien se aclaró que los sobres había que introducirlos en las urnas. La incidencia se vivió en Pereruela, que la votación quedó 35 minutos interrumpida por faltar papeletas de Vox.