Izquierda Unida gobernará el Ayuntamiento de Zamora con mayoría absoluta. Lo hará después de que la candidatura liderada por Francisco Guarido, que será alcalde cuatro años más, haya arrasado en las Elecciones Municipales celebradas ayer. La coalición de izquierdas ha logrado cerca del 50% de los votos en la capital, lo que da a los de Guarido la friolera de 14 escaños, una importante subida desde los ocho que lograron hace cuatro años. Los electores han premiado la labor del equipo de Gobierno de Guarido y permiten ahora a Izquierda Unida gobernar sin necesidad de pactos.

Guarido y su equipo han "pescado" en todo el espectro ideológico, panorama que confirma que la figura del alcalde y la del equipo de Izquierda Unida en su conjunto transcienden del que sería su ámbito "natural". La caída del PP es apabullante. El equipo de Mayte Martín Pozo ha hecho buenos los resultados que hace cuatro años lograra Clara San Damián. De los 10 concejales que defendía la formación de centro-derecha solo ha conseguido salvar seis. De un 32% de los votos emitidos, el PP se ha quedado en alrededor de un veinte por ciento. Es decir, ha dejado escapar a uno de cada tres electores, una sangría insostenible que deja al PP en una posición muy delicada.

Los malos resultados del PP no esconden el segundo gran descalabro de la noche: el del PSOE de Zamora. Antidio Fagúndez ha sido también incapaz de defender los cinco concejales que su formación logró en mayo del año 2015 y se ha quedado en tres, lo que condena a los socialistas en el Ayuntamiento de Zamora a cuatro años de muy escasa relevancia.

Los socialistas pierden votos en comparación con 2015 (también casi uno de cada tres) pero el descalabro es monumental cuando se comparan los datos logrados por el equipo de Fagúndez con los que su misma formación logró hace cuatro semanas, en las Elecciones Generales. Entonces la candidatura que en Zamora lideró Mar Rominguera se hizo con el treinta por ciento del apoyo de los zamoranos. Ayer fueron poco más del 11% los que repitieron. El PSOE ha fracasado en la que sido la gran aspiración de su campaña: que los votantes que dieron su apoyo al PSOE para que ganara las Generales volvieran a hacerlo para las municipales. La situación es inexplicable sin recurrir al "efecto Guarido".

Ciudadanos, por su parte, mantiene los resultados de las anteriores Elecciones Municipales. El partido naranja es el único de la oposición que, al menos, mantiene la figura. Formarán parte del Pleno Francisco José Requejo y Cruz Lucas, que repetirá aunque en esta ocasión no lo hace por el PSOE. No son malos resultados en Ciudadanos aunque las sensaciones dicen que se ha escapado una oportunidad importante de mejorar. Los de Requejo mantienen una cifra de votantes de alrededor del ocho por ciento.

Por lo demás, las encuestas han dado en el clavo y ninguna de las otras seis formaciones que se presentaban a las Elecciones Municipales ha conseguido entrar a formar parte del Pleno del Ayuntamiento. Vox se ha quedado a las puertas, pero no ha sido capaz de repetir los resultados de hace cuatro semanas y su candidato, Carlos Pérez, no obtiene acta de concejal. Vox se ha quedado por debajo de ese cinco por ciento de los votos que la Ley Electoral exige para obtener representación.

Todas las demás fuerzas políticas quedan por detrás. Por Zamora, la opción política que lideraba Ángel Macías, se queda muy lejos de entrar al Ayuntamiento con poco más del tres por ciento de los votos emitidos. Ahora Decide, partido que se presentaba a las elecciones comandado por Manuel Fuentes, no alcanza ni siquiera el dos por ciento de los sufragios. El batacazo de Podemos es digno de estudio, con menos del uno por ciento de los votos emitidos en la capital, una cifra insignificante que deja al partido al borde de la irrelevancia. UPL y Prepal cierran los resultados, también por debajo del uno por ciento de los votos emitidos.