Los resultados de las Elecciones Municipales dejan en el aire el Gobierno de la Diputación Provincial. Nuevamente, el Partido Popular será la formación con más representantes en el Pleno, aunque, a falta de confirmación oficial, perdió este domingo la mayoría absoluta, algo que no ocurría desde el mandato 1987-1991. La caída en la capital resultó finalmente determinante para un grupo que ahora deberá buscar pactos si quiere seguir al frente de la institución.

Todo apunta a que los populares conservarán los tres diputados por Benavente, aunque tras una ajustada pugna con el PSOE, y a que perderán un representante del partido judicial de Zamora, donde se situarían con seis. El PP tendría además un asiento por Toro, otro por Puebla de Sanabria y uno más por Villalpando. En total, doce, aunque el recuento aún es provisional.

El diputado que perdería el PP iría a parar a Izquierda Unida en el partido judicial de Zamora, donde la formación de Francisco Guarido se establece como segunda fuerza gracias a su mayoría absoluta en la ciudad. Este grupo se iría a los cuatro representantes en la zona, los mismos que el PSOE.

Los socialistas se quedarían en las mismas, a pesar de perder dos concejales en Zamora capital. Antidio Fagúndez y los suyos lograrían ocho diputados en el total de la provincia y se colocarían como el único partido capaz de liderar una mayoría alternativa, siempre y cuando lo permitiera Ciudadanos, que repetirá con un diputado.

La formación naranja rentabilizará su resultado en la capital con un asiento en la Diputación Provincial, el mismo resultado que en el 2015 y, si los números se confirman, podría ser clave a la hora de decidir si sale adelante un Gobierno alternativo o si, por el contrario, el Partido Popular, con José María Barrios a la cabeza, se mantiene al frente de la institución.

Por lo pronto, el PSOE no ha anunciado quién sería su candidato en el caso de poder acceder a la presidencia de la Diputación Provincial.