"No queremos sólo y exclusivamente ser una entidad financiera, sino ser un motor de desarrollo. Por eso estamos proponiendo una serie de actividades, con todo el respeto a todo el mundo, porque no queremos inmiscuirnos en ninguna competencia de nadie. Eso sí, nos gustaría ser un motor, algo que aporte y que colabore en iniciativas de desarrollo para esta provincia porque estamos imbricados con la sociedad zamorana. Si a Zamora le va mal a la Caja Rural antes o después no le puede ir bien". Es la filosofía de la Caja Rural de Zamora, defendida por su director general, Cipriano García, al término de la asamblea general donde 122 compromisarios en representación de los 47.000 socios dieron el visto bueno a la gestión de la entidad en el último año.

No era para menos, vistos los números que destacó el presidente del Consejo Rector, Nicanor Santos Rafael. "El resultado del año ha sido de 20 millones de euros de beneficio, un dato importante. Pero lo es más la evolución, porque llevamos cinco años consecutivos en los que se va aumentando el beneficio e intentaremos que la progresión siga igual".

Aparte del resultado el presidente destacó la importancia de los ratios que lo avalan. " En el de solvencia, el Banco de España exige un 8% de fondos propios, mientras la Caja Rural de Zamora lo dobla, con el 16%. El ratio de morosidad es bajo, se situaba en el 5,3% a finales de 2018 y en estos momentos ha bajado. Y el ratio de eficiencia está en el 45%, lo que da idea de la competitividad de nuestra plantilla. Es uno de los ratios mejores de todas las entidades financieras. Aprovecho para felicitar a la plantilla, ya que los resultados son siempre el esfuerzo de su trabajo".

El director general, Cipriano García destacó "la proyección que tenemos en nuestro entorno donde desarrollamos nuestra actividad. Este año hemos dispensado 600 millones de euros de activo que entendemos de alguna forma como referencia, como motor económico y social. La aportación de los préstamos o del activo se supone premisas de inversión, de desarrollo, de pymes empresariales. Creo que 600 millones de euros es una cifra importante dentro de nuestro volumen". Además hay otros 300 millones fuera de balance en fondos de inversión o planes de pensiones.

"Tenemos una enorme satisfacción y orgullo de esta caja, no muy grande en términos absolutos, pero con una convicción de lo que hacemos, porque nuestro modelo es un modelo de éxito y estos dos últimos años la evolución de esta cooperativa de crédito está acreditando lo que digo. Somos competitivos con las entidades más grandes en las provincias donde no nos conocen y nuestros propios clientes hacen de suscriptores de este modelo, no solo en Zamora donde tenemos una cuota de mercado muy importante sino en las provincias donde estamos llegando sin marca", indicó Cipriano García, firme defensor de un modelo de cercanía, incluso en los tiempos difíciles, que ahora se está demostrando que tenía unas bases muy sólidas.

"Este año vamos a tener 4,2 millones del Fondo de Educación y Promoción que se va nutriendo del 12% de los beneficios obtenidos, es la vertiente social de la cooperativa. No hay dividendos que se lleve nadie y los beneficios que se van generando suponen una mejora en la consistencia de la Caja", explicó el director general. El Fondo de Educación y Promoción es el dinero que sirve para la ingente obra social de la Caja Rural de Zamora, que llega a todos los ámbitos sociales, culturales, deportivos o de promoción agropecuaria, entre otros.